SOS por la Casa del Diamantista de Toledo tras el derrumbe de un muro

Uno de los muros superiores, el que da al inicio de la senda fluvial, se derrumbó sobre la terraza principal por la DANA del 1 de septiembre, sin que nadie lo haya arreglado aún

Vista de la Casa del Diamantista, con el murro derrumbado sobre la terraza principal a la derecha H. Fraile
Mariano Cebrián

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José Navarro nació en San Sebastián el día 24 de enero de 1808. «Fue sin duda uno de los mejores orfebres de España en el siglo XIX. Tanto fue así que a la edad de 42 años ya se encontraba felizmente retirado del oficio pues debía haber ganado suficiente dinero como para vivir de las rentas. Pero poco después de retirarse en 1850 un emisario real le propuso fabricar la corona de la reina Isabel II, algo que nadie había hecho en España desde cuatro siglos atrás». Así nos presenta Eduardo Sánchez Butragueño, en su blog ‘Toledo Olvidado’ , a este personaje que es el que da nombre a uno de los monumentos más bonitos y menos tenidos en cuenta de esta ciudad: la Casa del Diamantista.

Haciendo honor al nombre del blog de Eduardo Sánchez Butragueño , este bello edificio, construido entre las rocas a orillas del río Tajo, parece «olvidado» por las instituciones. Buen ejemplo de ello es el estado en el que quedó tras la DANA -palabro que sirve para denominar un episodio de gota fría y que significa Depresión Aislada en Niveles Altos- que afectó a Toledo el pasado 1 de septiembre. En definitiva, una enorme lluvia torrencial que, aparte de dejar carreteras y pueblos anegados por el lodo y el barro, derrumbó uno de los muros superiores de este inmueble, el que da al inicio de la senda fluvial, que cayó sobre la terraza principal por la que otrora pasearía José Navarro para inspirarse en la elaboración de la corona de Isabel II.

Y es que no hay más que echar un vistazo por los alrededores de la Casa del Diamantista para darse cuenta de que por allí hace tiempo que no pisa nadie, salvo quizá los duendes que ayudaron a Navarro a realizar la corona de la reina, según cuenta la leyenda . Al llegar a la puerta, se ve cómo las telarañas se acumulan por las esquinas superiores y la placa de la Confederación Hidrográfica del Tajo -actual propietario del inmueble- destaca sobre otra anterior del programa del Instituto Nacional de Empleo del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, que durante años formó a los toledanos en su escuela-taller de artes y oficios.

Puerta de la Casa del Diamantista, con telarañas y los carteles superpuestos H. Fraile

Afortunadamente, la parte donde se cayó el muro se encuentra ahora vallada, aunque estuvo semanas sin seguridad, con el consiguiente peligro para los numerosos transeúntes que pasean por la senda ecológica o incluso para los turistas que bajan desde el centro de la ciudad hasta el río Tajo. De momento, después de más de un mes del derrumbe, nadie ha tomado cartas en el asunto, pese a las promesas de las instituciones de que los daños se arreglarán «en breve».

Promesas varias

Desde la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) aseguran a ABC que tiene intención de «rehabilitar el Palacio del Diamantista para darle un uso con un marcado carácter institucional y como foco de difusión tanto de conocimientos relacionados con su ámbito competencial como de las actividades que desarrolla el organismo». De este modo, según explicaron en un primer momento, se habilitarán espacios que permitan realizar actos institucionales como reuniones, presentación de proyectos, celebración de eventos (Día Mundial del Agua, Día de la Reservas Naturales Fluviales, etc.), exposiciones itinerantes sobre temas vinculados al agua, los cauces o las obras hidráulicas e incluso llegan a decir que todo ello conlleva la creación de puestos de trabajo. Sin embargo, de todo ello no se sabe nada aún y la CHT no ha movido un dedo.

Otro de los actores implicados es el Ayuntamiento de Toledo , cuya alcaldesa, Milagros Tolón , ha prometido en numerosas ocasiones la recuperación del edificio y su uso compartido con la CHT para la realización también de actividades municipales, incluso como un espacio para el arte y la artesanía. La última vez fue en el Debate del Estado de la Ciudad del 1 de julio, cuando la regidora toledana planteó un proyecto de regeneración y recuperación medioambiental de las riberas del río Tajo con cerca de un millón de euros de inversión para intervenir en la senda ecológica desde la Fábrica de Armas al Puente Viejo de Alcántara, que incluiría la puesta en uso de la Casa del Diamantista.

Promesas y más promesas que se lleva el viento, o el agua en este caso, como el que derrumbó el muro de la Casa del Diamantista , que sigue esperando a que alguien lo arregle. Quizá haya que esperar de nuevo a que los duendes despierten al orfebre José Navarro para que esta vez, convertido en maestro de obras, reconstruya todo lo que la maldita DANA destrozó y que este edificio recupere la vida que tuvo en otro tiempo.

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