Avatares taurinos del Corpus de Toledo
Desde que se inaugurara la actual plaza en agosto de 1866 se han celebrado 116 espectáculos (105 corridas, ocho novilladas, uno de rejones, un festival y un concurso de recortes) en el día grande de la ciudad
El Corpus Christi siempre ha sido una de las fechas favoritas en el calendario taurino de Toledo. En el día grande de la ciudad imperial se han celebrado 116 espectáculos desde que la actual plaza se inaugurara en agosto de 1866. Estos se dividen en 105 corridas (en variadas fórmulas: de uno, dos, tres y hasta cuatro espadas o mixtas), ocho novilladas, uno de rejones, un festival y un concurso de recortes. Antes del coronavirus, el Sexenio Revolucionario (1868) o la Guerra Civil (1936-1939) ya dejaron a los toledanos sin toros durante el Corpus.
Curiosamente, la primera y la última de las corridas celebradas en estos más de 150 años comparten fecha: 20 de junio . En 1867 actuaron Cayetano Sanz y Gonzalo Mora con astados de Justo Hernández, mientras que en 2019 Morante de la Puebla, Julián López «El Juli», José María Manzanares y Álvaro Lorenzo lidiaron un encierro de Alcurrucén.
Volviendo al blanco y negro, en las primeras dos décadas de historia de la plaza no fue habitual que hubiera toros en el Corpus. Hasta 1885 apenas se programaron cinco espectáculos: tres corridas y dos novilladas de escaso nivel. A partir de 1886 se animó el cotarro y se convirtieron en habituales las corridas de dos espadas. Sin embargo, las principales figuras del último tercio del siglo XIX casi no pisaron Toledo.
Frascuelo (1888) y Lagartijo (1891) solo lo hicieron una vez, y Guerrita ni eso. Cabe reseñar que el 28 de mayo de 1891, en una corrida de Anastasio Linares para Lagartijo y Mateíto, un astado saltó la barrera y corneó fatalmente a Francisco Verde «Tato de Toledo» , la única víctima mortal registrada en el coso de Mendigorría. Además, el 9 de junio de 1898 se lidiaron toros de Miura, algo que no ha vuelto a suceder.
Tampoco Joselito «El Gallo» y Juan Belmonte torearon en el Corpus, ya que los carteles seguían siendo bastante flojos en esa época. En cambio, el resto de la familia de los Gallo sí que lo hizo. Fernando, el padre de Joselito, estuvo presente en 1886; y los hermanos Fernando y Rafael en 1908 y 1927, respectivamente.
El Corpus fue un asunto de familia dos años. El 15 de junio de 1922 Marcial Lalanda y su primo Pablo torearon mano a mano un encierro de Celso Cruz del Castillo. Y el 20 de junio de 1946 los hermanos Pepe, Antonio y Ángel Luis Bienvenida lidiaron toros de Herederos de José de la Cova en un cartel que abrió el rejoneador Álvaro Domecq.
El 30 de mayo de 1929 se montó una novillada de Domingo Polo para Domingo Ortega y Luis Gómez «El Estudiante»; los dos toreros que, junto con Ostioncito, han hecho el paseíllo tanto de novilleros como de matadores. Mientras, el 4 de junio de 1931 tomó la alternativa el mexicano Carmelo Pérez , el primero de los cinco doctorados en Toledo en su día grande. Los otros cuatro son: Pablito Lalanda (1950), Alfonso Merino (1955), Rafael Camino (colombiano, no confundir con el hijo de Paco Camino, 1986) y Julián Zamora (1993).
Tras la guerra, en los Corpus de 1940 y 1941 se celebraron dos novilladas (en la primera actuó la rejoneadora Beatriz Santullano , la única mujer en hacerlo en fecha tan insigne). En el Corpus de 1942 no hubo toros, dando paso a que entre 1943 y 1998 siempre se organizase una corrida salvo dos excepciones (en 1991 fue un festival y en 1992 hubo rejones). Manolete solo toreó el de 1945, haciendo el paseíllo el 31 de mayo con el mexicano Arruza y Parrita para dar estoque a animales de Rogelio M. del Corral.
Desde la década de los 50 todas las figuras han tenido interés en anunciarse en el Corpus. A veces los grandes carteles se repitieron de año en año. Por ejemplo, la terna Jaime Ostos, Paco Camino y El Viti fue la escogida en 1963, 1964 y 1965 (el primer año con toros de Francisco Galache y los dos últimos con animales de Manuel Francisco Garzón). Mientras, Paco Camino, Ángel Teruel y Niño de la Capea estuvieron anunciados con toros de Buendía, Torrestrella y Dionisio Rodríguez en 1975, 1976 y 1977 (aunque la corrida de 1976 se suspendió).
A finales de los 90 se ideó la feria del Corpus (y la procesión se trasladó al domingo), provocando que los festejos se agruparan en torno al fin de semana y dejando el jueves ayuno de toros. Entre 1999 y 2009 solo se dio una corrida con un cartel modesto en 2002 y un concurso de recortes en 2005. Finalmente desde 2014, y ya desaparecida la feria, las figuras vuelven a Toledo en su día más grande.
* Información sacada del libro «La plaza de toros de Toledo (1865-2010). Antecedentes y noticias de un coso», de Rafael del Cerro Malagón.
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