Crimen en Santa Bárbara
Juan Pedro, el acusado de matar a su madre octogenaria, niega que la asesinara y agrediera sexualmente
«Él no reconoce en ningún caso que sea el autor de ninguno de los delitos», afirma a ABC el abogado del hijo, que ha ingresado en prisión este martes por el homicidio de Renée Yvonne en Toledo
Su letrado habla de la posible implicación de una o más personas en el crimen
Juan Pedro Ibor ha ingresado en prisión este martes acusado del asesinato de su madre octogenaria y de haberla agredido sexualmente en el piso que ambos compartían en el barrio toledano de Santa Bárbara desde hace años. Antonio Sánchez Pos, titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Toledo, ha decretado su entrada provisional en la cárcel , comunicada y sin fianza, solicitada por la Fiscalía de Toledo. La investigación de la Policía Nacional y el informe forense avalan la petición del ministerio público.
Sin embargo, su abogado, José Luis Chorot, mantiene que Juan Pedro es inocente «en base a unas diligencias que todavía no se han practicado, como la confrontación del ADN, que pueden ser determinantes». «Él no reconoce en ningún caso que sea el autor de ninguno de los delitos», afirma a ABC el letrado, del turno de oficio, que deja en el aire la posible participación de otras personas en el crimen.
Juan Pedro, de 49 años, asegura que encontró el cadáver de su madre en casa poco antes de las tres de la tarde del pasado viernes, cuando regresó de su trabajo en un matadero de La Puebla de Montalbán. Esta localidad está distante 40 kilómetros del domicilio familiar, un primer piso en el número 37 de la calle de la Fuente. Según Chorot, un empleado ha manifestado que Juan Pedro llegó a la empresa sobre las cinco de la madrugada del viernes y se marchó alrededor de las dos de la tarde, como «consta» en las diligencias realizadas por la Policía Nacional.
Sin embargo, la autopsia data la muerte entre las doce de la noche y las cinco de la madrugada del viernes, además de concluir que la anciana fue golpeada y agredida sexualmente.
Además, unas diligencias practicadas por los investigadores policiales contradicen la versión de Juan Pedro, así como indicios hallados durante la inspección ocular de la Policía Científica y de la Policía Judicial.
Renée Yvonne Belveze Dibos, de 83 años y nacida en Francia, fue hallada como arrodillada en el pequeño pasillo de su piso, junto a su dormitorio. Tenía sangre en la cara, como de haberse golpeado, y estaba vestida. Los dos preciosos galgos que Juan Pedro cuidaba, uno blanco y otro oscuro, fueron la única compañía de la anciana hasta que su cadáver fue descubierto.
Mucho tiempo sin verla en la calle
Renée Yvonne, que cambiaba el color de su pelo a menudo, llevaba media vida residiendo en esa vivienda, tenía movilidad muy reducida y hacía mucho tiempo que no salía a la calle. Sus vecinos más próximos llevaban meses, incluso al menos dos años, sin verla fuera de su casa. Creían que estaba en una residencia o había fallecido.
En un principio, ni la Policía Científica ni la Policía Judicial apreciaron signos claros de violencia en el cuerpo de la anciana durante la inspección ocular, aunque los agentes precintaron el pequeño domicilio, de 50 metros cuadrados.
Juan Pedro, el único hijo de Renée Yvonne, tuvo que dormir fuera de su casa la noche del viernes al sábado. Sin embargo, la autopsia reveló signos de violencia y de agresión sexual en el cuerpo de la mujer, por lo que Juan Pedro fue detenido el sábado.
A la mañana siguiente acudió esposado al piso, que tiene tres habitaciones, un salón, un baño y una cocina. Durante más de tres horas, investigadores de la Policía Nacional estuvieron reconstruyendo las últimas horas de Renée Yvonne y Juan Pedro en la vivienda.
Las niñas de Alcácer, en su perfil de Facebook
Juan Pedro era la única persona que se encargaba de Renée. «Nunca le he visto con pareja sentimental; siempre soltero y al cuidado de su madre», afirmaba George, que vive dos puertas más arriba. Su esposa, Virginia, describe a su vecino como una persona que «no se relaciona con nadie, solitaria, aunque es habladora si le das un tema de conversación, de cualquier cosa».
En su página de Facebook, Juan Pedro afirma que nació en Valladolid y fue alumno de un conocido colegio concertado de la ciudad de Toledo, además de tener estudios como programador de Aplicaciones y programador de Sistemas.
La fotografía que encabeza su perfil es una imagen de las tres niñas de Alcácer, Míriam, Toñi y Desirée. Y el último mensaje que colgó es del 7 de enero, tres días antes de la muerte de su madre, cuando firmó una petición de la plataforma change.org para salvar el alimoche en Aragón.
Para el abogado de Juan Pedro, no hay una prueba concluyente de que el hijo haya matado a su madre, por lo que ha deslizado que puede haber una o algunas personas implicadas en el asesinato, una circunstancia «que no se ha investigado».
La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, asistirá este miércoles (12:00) a la concentración convocada en la plaza del Ayuntamiento en señal de repulsa por el crimen de Renée Yvonne.
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