ARTES&LETRAS CASTILLA-LA MANCHA

Una visita al Museo del Niño

«Un delicioso viaje en el tiempo es penetrar» en este espacio, situado en el barrio del Hospital de Albacete

Recreación de un aula republicana

POR AMADOR PALACIOS

Un delicioso viaje en el tiempo es penetrar en el Museo del Niño de Albacete , situado en la calle Amparo, dentro del concurrido Barrio del Hospital, sito en unas dependencias anexas del colegio público Virgen de los Llanos, en el Ala Este, lo que fue la antigua Escuela Graduada de Niñas. Y el placer en el recorrido se acrecienta dejándose guiar por Juan Peralta, entusiasta maestro que fundó este museo, abierto hace ya más de treinta años, en 1987, y ubicado primeramente en un pequeño espacio habilitado en los sótanos del colegio Benjamín Palencia. El primer nombre que recibió fue el de Centro de Documentación Histórica de la Escuela y Museo del Niño.

Recreación de un aula franquista

Miles y miles de documentos y objetos inventariados acoge este centro pedagógico y de investigación. Aunque nominalmente pertenece a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, esa pertenencia es dudosa, ya que es nulo o más bien escaso el presupuesto oficial asignado. La cruda verdad es que buena parte del material exhibido existe gracias al desinteresado bolsillo de Juan Peralta, que ha tenido que adquirir en numerosas ocasiones objetos en anticuarios a costa de su propia fortuna.

Teatrllo de guiñol

Es inexplicable cómo una muestra tan seductora y comprensible, tal es el mundo de la infancia, no genere un auténtico y merecido interés por parte de la Administración, no habiendo aún surgido ningún político con el debido poder, sea del partido que sea, que demuestre una auténtica sensibilidad por este atractivo ámbito. Eso sí, el equipo de José Bono exigió que se le reservase a ese notorio presidente autonómico la primera página del libro de visitas del museo.

Más de una grata hora, al amable cobijo de este museo, se tarda en atravesar agradablemente el conjunto de sus espacios, desde la recreación de aulas de la época de la Restauración, la República y la dictadura franquista, hasta la pulcra disposición de deliciosos teatrillos de títeres o un sugerente teatro de sombras chinescas. Hay numerosos utensilios de una infancia de antaño, polleras, cunas, tronas, cochecitos… El museo también se ocupa de los institutos históricos de la región, agrupando sus valiosos objetos: globos terráqueos, mapas, instrumentos de los llamativos laboratorios de física. Minervas, linternas mágicas, caballitos de madera y cartón, tebeos..., una infinidad de dulces y exquisitas presencias para recrear muy activamente la memoria. Cuenta también este museo con una importante sala dedicada a la ilustración infantil, donde podemos contemplar a gusto los originales, que donó él mismo, del sobresaliente ilustrador Teo Puebla, un artista nacido en La Puebla de Montalbán que ha sido merecedor de relevantes galardones.

Bolas del mundo

Al salir del Museo del Niño, a sólo dos pasos se encuentra el decano restaurante albaceteño Nuestro Bar, un discreto y adecuado local apto para degustar la tradicional receta albacetense de gazpachos manchegos, elaborados con carne de caza en un sabroso guiso cuyo notable protagonista es la torta cenceña, de pan ácimo.

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