ARTES&LETRAS CASTILLA-LA MANCHA
Un nuevo fulgor
Cristian Lázaro publica 'Ashley, Wisconsin, Medicine': «La poesía es la frase cálida o afilada en los lavabos del instituto»
Leo el libro, recientemente editado por Universo de Letras, de Cristian Lázaro 'Ashley, Wisconsin, Medicine' de un tirón . Sí, ya sé que así no se lee un libro de poesía, pero qué le voy a hacer si me ha atrapado sin remedio quizás como lo hacen esas buenas películas que apenas te dejan parpadear. En cualquier caso, mi opinión es lo de menos. Esto no es una reseña al uso es una conversación con un poeta joven (Cuenca, 1993) que impedirá que la poesía del futuro enmudezca. Eso nunca, leo en su mirada.
-Cristian, háblame del título del libro.
- Ashley, Wisconsin, Medicine trata de un amor surgido en una residencia de estudiantes. En ella, durante las novatadas, los veteranos demandan conocer tres datos de los novatos: nombre, procedencia, estudios que cursas. Mi libro gira en torno a una novata de nombre extranjero… Y decidí poner en inglés sus estudios como juego de palabras. Porque, cuando amas a alguien, vives como en una película (no de las de ver crecer la hierba, sino de las buenas). Y me di cine e intensidad, claro que sí. Me di cine amando a Ashley.
-¿Cómo ves la poesía joven que se escribe actualmente?
-Mi mayor contacto con la poesía joven lo tuve durante mis años de universitario en Ciudad Real. Allí descubrí el hermoso entorno de las slam y jam sessions (que aparece en el libro). Compartimos nuestros versos en bares de noche, y la gente con sus amistades y sus cervezas, prestaba gran atención a esas liricas personales. El esfuerzo de Irene (Maibak), Chema et alii por coordinar esas sesiones en los locales… todo un regalo. Se demostraba un profundo respeto a la poesía, lo que prueba lo viva que sigue. Y veo que en mi generación se tiende a una poesía muy prosaica, vivencial, desgarradora, reivindicativa… Componemos poemas, frecuentemente, como ejercicios terapéuticos.
-Tu opinión de la poesía en las redes y la fama que da a ciertos poetas.
-Me parece una forma maravillosa de desnudar los versos. Son el canal más atendido por mi generación y por los más jóvenes. Además, permite que otros puedan aportar sugerencias, a menudo, tanto o más interesantes que los textos objeto de tales. Es un ejercicio enriquecedor y de alcance, por eso ha dado fama a poetas de aquí y allá. Es vital adaptarse a las vías que demanden quienes nos leen, que guían, mueven, definen y alientan la literatura. Dejemos que la poesía, libre ella, vestigio de humanidad, fluya a placer por todos los lienzos.
-¿Cuáles son tus referentes? Tus influencias confesables.
-Luis de León, Allen Ginsberg, Sagrario Torres, Cesar Vallejo y, mi favorita, Florbela Espanca.
-¿Qué es o significa para ti la poesía?
La poesía es atreverse. La poesía es decir, ¿Por qué no yo? La poesía es la frase cálida o afilada en los lavabos del instituto. La poesía es la evasión que, después de acordada, no da dolor. La poesía es el jardinero que cuida los parques de la comunidad. La poesía es la psicóloga que levanta almas caídas. La poesía es el amigo que escucha y no traiciona. La poesía es la luz que no hace las maletas. La poesía es la chispa que nos traslada de la cotidianeidad a la magia.
Dejo a Cristian volver a sus asuntos, y yo me prometo volver a leer su libro y para ello lo deposito en mi mesilla de noche. De la primera lectura, y como despedida, estos versos suyos de diferentes poemas del libro:
Si soy caos, hazme cosmos, Ashley.
Entre cables, pantallas y prisas / de la gente, dame paz. / Detén el instante, esgrime el beso.
Hago de la afrenta mi testimonio. / Y de la frialdad, mi abrigo.
Ashley, escúchame. / Yo ya no tiro los versos y escondo la mano.
Insinúas y no enseñas… / Tu alcance me deslumbra.
Cuando estamos juntos, / me reconcilio con la vida.
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