Toledo
«El mejor recuerdo de este tiempo de Covid es el apoyo de nuestros clientes»
Gonzalo Pérez Portero es el encargado del supermercado Unide desde hace seis años. Él, al igual que sus compañeros, ha estado en primera línea durante el confinamiento
La vida de Gonzalo Pérez Portero , de 40 años, encargado del supermercado Unide , ubicado en la plaza Mayor de Toledo, le cambió el 15 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma por el Covid-19 . Ese día —recuerda Gonzalo—, la gente se volvió loca, comprando rollos y rollos de papel higiénico, sanytol y lejías.
Así recupera Gonzalo los convulsos días del inicio de esta pandemia, que le obligó a tomar decisiones, junto con su jefe, para que el servicio de venta al Casco histórico no se interrumpiera. Hoy, cuando Toledo, al igual que Ciudad Real y Albacete entran en la fase 2 de la desescalada, él afirma que está preparado para recibir a muchos de esos clientes que no pudieron acudir al supermercado, por diversas circunstancias.
¿Cómo recuerda Gonzalo esos primeros días de confinamiento? Dice que él, en esos primeros días, al igual que sus 15 compañeros decidieron que, a pesar del miedo a lo desconocido , se iban a organizar y establecer nuevas reglas , como limitar la afluencia de público al súper. «No podíamos dejar de atender a nuestra clientela y especialmente a las personas mayores, a las que les seguimos llevando la compra a su casa a día de hoy».
El supermercado Unide es una concesión del Ayuntamiento de Toledo que atiende a cerca de 11.000 personas que viven en el barrio antiguo de la ciudad.
Gonzalo —que estudió Dirección de Empresas y es padre de dos niñas—, quiere agradecer a todos sus compañeros el trabajo realizado. «Sin saber cuánto iba a durar, todos hemos arrimado el hombro desde el primer día. No hemos bajado la guardia». A veces, rememora, cuando termina completamente exhausto su jornada laboral, lo primero que hace es cerrar los ojos. «Soy un afortunado al tener estos compañeros. Sin ellos no hubiéramos podido sacar esto adelante», confiesa.
Mientras encamina sus pasos para revisar la zona de fruta y las cámaras con los embutidos, que deben estar a punto para la llegada de más clientes, reconoce que la gente durante ese tiempo llegaba «muy crispada, con miedo». Pero entiende que esto ocurriera en un tiempo tan sombrío, marcado por el coronavirus. «Ha merecido la pena, los mismos clientes valoran nuestro esfuerzo y nos agradecen que hayamos estado al pie del cañón. El mejor recuerdo es el apoyo que nos han ofrecido cientos de personas».
Ahora, en esta nueva etapa, Gonzalo y su equipo tendrán más tiempo para dedicar a su familia. Como recuerdo del tiempo del Covid-19, él sigue manteniendo como foto de perfil de su wattsapp, las frases que le escribieron sus hijas Claudia y Ángela: «Ánimo papa. Resistiremos».
Noticias relacionadas