TOLEDO
Museo de Santa Cruz, Vivo rechaza la posible vuelta de las tablas policromadas medievales al hotel donde se hallaron
Las 33 tablas, algunas de las cuales se muestran ahora en el museo con motivo de la exposición de Alfonso X, son propiedad de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha
Son numerosos los hallazgos arqueológicos en una ciudad como Toledo. Como ejemplo, hasta hace bien poco ABC informaba de los restos de época romana aparecidos en diferentes puntos. Bastante repercusión tuvo la aparición en diciembre de 2018 de una serie de tablas policromadas con acuarela de época medieval, donde se muestra una parte poco conocida de las artes decorativas de la época. Fueron localizadas durante las obras de construcción de un macrohotel de lujo que aún continúan entre la Bajada del Pozo Amargo y del Callejón del Vicario .
«Estas tablas, realizada la obligada intervención in situ por parte de los expertos, fueron entregadas al Museo de Santa Cruz , como establece la normativa vigente sobre restos arqueológicos. Ahora forman parte de sus fondos con el objetivo de su conservación para las generaciones futuras. Son un hallazgo de un valor excepcional por la escasez de piezas de estas características y, ante los rumores de que podrían volver a la propiedad del hotel, una vez terminadas las obras, expresamos nuestro mayor rechazo a que esta restitución se llegue a producir, más hoy siendo el Día Internacional de los Museos; los valores que se destacan hoy, deben extenderse a los 365 días del año».
Así se pronunciaba este miércoles la asociación Museo de Santa Cruz, ¡Vivo! a través de una publicación en su muro de Facebook y también mediante un correo remitido a esta redacción a última hora del día. Su presidente, Rafael García Serrano , desconoce aún cuál será la decisión final y cree que debe ser la administración competente, en este caso la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la que explique qué es lo que se va a hacer como propietaria de los restos.
Eso sí, preguntado por la posibilidad de que las tablas policromadas se expongan en el hotel donde se encontraron, opina que le parecería «una auténtica barbaridad y un disparate que así fuera, pero con esta Junta de calamidades todo es posible». Rafael García Serrano, que fue director durante veinte años del Museo de Santa Cruz y después del Museo Nacional del Traje, recuerda que la Ley de 1983 dice que cualquier resto arqueológico encontrado en Castilla-La Mancha pasa a ser propiedad del departamento de Cultura del Gobierno autonómico y, en el caso de Toledo, debe conservarse en este espacio museístico que él dirigió desde 1987.
Según informan, el estado de conservación de las tablas es «magnífico», puesto que se trata de una obra del siglo XIII o principios del XIV, que correspondería con la decoración de una rica estancia con escenas cortesanas, de caza, desfiles o combates ecuestres. A pesar de su buen estado de conservación, han requerido la intervención de un equipo de expertos restauradores bajo la dirección de Miguel Ángel Bonache , cuyo resultado puede verse parcialmente en la exposición 'Alfonso X: El legado de un rey precursor', en la que se exponen cuatro tablas de las 33 tablas encontradas en perfecto estado.
Gracias al tratamiento de las tablas, que se ha llevado a cabo en los talleres de restauración del Museo de Santa Cruz, se ha podido profundizar en su limpieza, consolidar y fijar la capa pictórica original, adherir determinados fragmentos, así como realizar la reintegración cromática de las pérdidas documentadas, siempre con técnicas reversibles de cara a futuras investigaciones. En este espacio museístico se exponen en el crucero superior y, desde el Día Internacional de los Museos, cuatro de ellas se pueden ver también temporalmente en el crucero inferior, integradas en la exposición permanente del museo, junto a una cartela en la que se incluye un código QR con información complementaria muy interesante.
El actual director del Museo de Santa Cruz -donde se conservan las tablas-, Antonio Dávila , que sustituyó el 1 de abril a Luis Fontes, confirma que «no hay una decisión final» sobre el lugar de exposición definitivo de las tablas policromadas. Según señala a ABC, «hay una intervención todavía en marcha». «Cuando terminen los trabajos, será el museo el responsable de la conservación, pero hasta que no haya un informe final, no se decidirá lo que se hace con ellas», asegura Dávila, que aclara que la propietaria es la Junta de Comunidades y, llegado el caso, podría llegar a un acuerdo y firmar un contrato de cesión con el hotel para exponerlas. En cualquier caso, el responsable del espacio museístico anuncia que hará en breve una visita al lugar en el que se encontraron los restos para valorar la situación.
Las tablas, que se localizaron reaprovechadas como material de carpintería en un forjado, se corresponderían, en su origen, con la decoración dispuesta en la parte superior de las paredes de un salón cuadrangular, formando y delimitando el arranque del alfarje que sustentaría su techumbre. De este modo, marcaría la transición entre las paredes de la estancia y el techo, ambos, seguramente, decorados también con profusa policromía, según explicó en el momento de su hallazgo la Consejería de Educación y Cultura , con la que ABC ha contactado, pero de momento no se ha pronunciado por la posible exposición de las mismas en el hotel. Tan sólo comentan que «todavía es pronto para decir que se va a hacer con esas piezas».
Diversos motivos decorativos
En estas tablas se distinguen diversos motivos decorativos con figuras humanas, en varios casos enmarcados por elementos arquitectónicos góticos. Entre estas figuras hay representaciones de reyes con su cortejo, cortesanos, escenas de combate a caballo, e incluso la representación de dos personajes, uno de los cuales se señala como Platón, el filósofo griego. Esta última escena, además, presenta la peculiaridad de que las figuras humanas están enmarcadas por una estantería en cuyos anaqueles se conservan los libros de una biblioteca, existiendo otra tabla en la que el motivo central son estos libros, encuadernados al gusto de la época, y con los encabezados de «liber fisio…, liber de col…» en sus portadas.
Es lógico suponer que el promotor de este encargo para la decoración de su vivienda fuera una persona ciertamente acomodada, con disponibilidad de recursos, quizás incluso relacionado con la propia catedral de Toledo, que, evidentemente, muestra una sensibilidad especial por la ciencia y el conocimiento, pero que además debió tener relaciones muy directas con el ejército y, seguramente, con algún hecho de armas concreto que está plasmando en estas tablas, y que debía mantener algún tipo de vinculación también con la monarquía castellana, lo que le hace conocer la corte y le permite plasmar incluso las figuras de los monarcas (aparentemente con dos de sus hijos) en otra de las tablas.
Noticias relacionadas