El Museo Jorge Manrique de Santa María del Campo Rus incrementa sus fondos
Se trata del único museo dedicado al autor de las famosas Coplas a la muerte
Santa María del Campo Rus es la villa manchega donde falleció el gran poeta Jorge Manrique , herido en combate en las proximidades del castillo de Garcimuñoz. En el hermoso prado de esta localidad acamparon durante varios meses desde el otoño de 1478 las tropas de la Hermandad isabelina, que él como capitán comandaba, en lucha contra el poderoso Marqués de Villena.
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Un hermoso monumento, erigido en 1983 en la plaza principal, recuerda la gran vinculación manriqueña de Santa María, así como la casa noble frente a él en que, según las Relaciones de Felipe II, habría rendido su alma el poeta capitán y donde se encontraron, entre sus ropas mortuorias, las dos famosas coplas póstumas o «coplas contra el mundo». Junto a Castillo de Garcimuñoz y Uclés, conocido como «el Escorial de La Mancha», este pueblo es uno de los vértices de la ruta cultural y literaria denominada Triángulo manriqueño.
En un edificio contemporáneo diseñado por e l arquitecto Perona , hijo del pueblo, se alberga una colección de cuadros, documentos, objetos y libros que conforman el Museo Jorge Manrique , único en el mundo dedicado al poeta que encabeza el canon de los clásicos españoles. Un retrato del pintor Pepe Carretero , el gran políptico de Víctor de la Vega (con escenas de la herida, agonía y entierro de don Jorge) o la escultura en bronce del poeta a cargo de J ulio López Hernández son algunas de las piezas estelares de este museo, llamado a ser el epicentro del triángulo manriqueño.
Recientemente, el museo ha incrementado sus fondos gracias a la cesión de un notable conjunto de obras originales. La Fundación Antonio Carrilero, que preside el conocido periodista albacetense Pepe Hervás , encargado actualmente de información sobre política económica en el canal 24 horas de TVE, ha cedido un gran lienzo del maestro de La Roda.
Recepcionado por el alcalde en funciones Carlos Cano , este lienzo enriquece el entorno paisajístico de las postrimerías de Jorge Manrique y visibiliza la gran tradición realista, tan innovadora y vanguardista como la abstracta, de Castilla-La Mancha, de la que Carrilero es uno de los mayores representantes en el tránsito entre milenios.
Asímismo, Cano, una persona que a lo largo de 20 años ha promovido el legado manriqueño de Santa María y creado y puesto en marcha su museo, anteriormente mero centro de interpretación sobre Jorge Manrique, ha recepcionado varias piezas más que enriquecen sin duda los ya atractivos fondos del centro. Carlos Cano, alcalde en funciones tras cinco legislaturas al frente del municipio, no ha concurrido a las últimas elecciones, en la convicción de que convenía una relevo generacional para dar un renovado impulso al pueblo y a su proyección de futuro que, en lo cultural, pasa sin duda por este museo y por el triángulo manriqueño.
Entre las obras cedidas, figuran un cuadro del cofundador del triángulo, Cristian Casares , en que se hermanan espectacularmente Cuenca capital y una gran calavera que representa el mundo de Manrique, un dibujo del poeta Raúl Torres en la misma línea, un óleo con una vista de San Juan de las Reyes (que evoca la gran relación que tuvo don Jorge con Toledo, donde se inició en la poesía través de su tío el corregidor Gómez Manrique y donde se casó con doña Guiomar, una de las hijas del conde de Fuensalida), un lienzo con una vista del castillo de Garcimuñoz de Juan Vitorio y una obra del artista uruguayo que residió en Sao Paulo Aldo Abir.
Asistieron al acto de recepción de las obras, los cofundadores del triángulo manriqueño José Manuel Ortega y Antonio Lázaro , colaboradores habituales de ABC, quienes destacaron la gran importancia que este museo está llamado a tener en la promoción cultural de la región pues la conexión manriqueña trasciende la provincia de Cuenca , irradiando a Ocaña, Toledo capital, Consuegra, Ajofrín, Cañete (con una copla dedicada al condestable Álvaro de Luna, cañetero), Montizón (castillo y encomienda que perteneció a Jorge Manrique) y Villamanrique. Ambos recabaron el apoyo decidido de las instituciones para que el museo crezca y se conozca, empezando por los institutos de la región, como una magnífica forma de acercar a los jóvenes a la mejor poesía desde los escenarios en que se creó . No hay que olvidar, apuntaron, que las coplas se acabaron de componer y ordenar en su versión final precisamente en Santa María del Campo Rus.
