«¡Que le maten con el cristo mío, que le maten!»
La Guardia Civil detiene a varias personas, entre ellas una pareja de Guadamur, por el robo de cientos de crucifijos en la provincia de Toledo
Después de meses de investigación, la Guardia Civil ha detenido a varias personas presuntamente relacionadas con la sustracción de cientos de crucifijos e imágenes en cementerios de la provincia de Toledo. Estos robos han generado una gran alarma e indignación popular porque han tocado directamente el corazón de miles de familias. Los autores actuaban además sin miramientos, ya que les daba igual que la lápida fuera de un adulto o de un menor.
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Entre los detenidos se encuentra una pareja de Guadamur, un hombre y una mujer, que fueron arrestados el miércoles ante la presencia de numerosos vecinos. «¡Que le maten con el cristo mío, que le maten!», pedía a voces una señora en la calle. Lo hacía mientras los agentes de la Guardia Civil llenaban una furgoneta con cientos de crucifijos que Adolfo, uno de los detenidos, guardaba en la casa de sus padres, en la calle Costanilla de la Natividad. La mujer arrestada mantiene una relación con este hombre, aunque ella no es natural de Guadamur.
Doble vida
Los supuestos autores de los robos habrían asaltado incluso el cementerio de su pueblo después del verano, según fuentes municipales. Una vecina ha afirmado a ABC que, desde ese momento, sospecharon de Adolfo. Este hombre trabaja ahora en una explotación de cabras que se encuentra a unos 200 metros del camposanto.
Desde el miércoles, cientos de crucifijos son custodiados en el cuartel de la Guardia Civil de Mora. Hasta allí algunos perjudicados se están acercando para tratar de identificarlos, aunque muchas piezas se encuentran muy deterioradas. Entre ese cuantioso material recuperado también hay imágenes de bronce.
Este tipo de delitos son menores, por lo que es probable que los detenidos queden en libertad con cargos después de comparecer ante la autoridad judicial.
![La Guardia Civil realizó un registro en esta propiedad de los padres de uno de los detenidos en Guadamur](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2020/12/10/guadamur-k1hD--510x349@abc.jpg)
El último robo que ha trascendido ocurrió la pasada semana en el cementerio de San Martín de Pusa, a 65 kilómetros de Guadamur, aunque no se sabe aún si la Guardia Civil se lo imputa también a algunos de los detenidos. De allí sustrajeron 43 crucifijos colocados en lápidas y el Ayuntamiento ha contactado con los afectados para interponer una denuncia conjunta.
Como ha sucedido en otros pueblos, el alcalde de San Martín de Pusa, Alberto Lucero, ha manifestado su pesar y su apoyo a las familias afectadas: «Es un acto vandálico intolerable, inadmisible e inaceptable».
En municipios cercanos a Guadamur como en Polán, a 5 kilómetros, barajaban en septiembre instalar cámaras de seguridad después del robo de 96 crucifijos en sólo 25 días.
Y en Mora, a 45 kilómetros de Guadamur, se llevaron 88 crucifijos en noviembre. Su alcalde, Emilio Bravo, criticó entonces a los ladrones que perpetraban este tipo de actos, porque «no tienen ningún escrúpulo y merecen que caiga sobre ellos todo el peso de la ley». El edil también hacía hincapié en que, si no hubiese compradores para estos crucifijos -«personas o empresas con la misma falta de escrúpulos», decía-, estos robos «no existirían».