Coronavirus Toledo I En primera línea

«Te das cuenta de cuánta gente no tiene a nadie»

Juan Pedro Suárez, técnico de emergencias en una UVI móvil y jefe de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil de Torrijos

Coronavirus, última hora

Juan Pedro Suárez

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«Pido disculpas a mi familia, que está sufriendo mi ausencia, aunque creo que comprenderán que ahora mismo el bien colectivo está por encima». Juan Pedro Suárez (49 años) compagina su trabajo remunerado con el altruismo. Técnico en emergencias sanitarias en una UVI móvil del Sescam en Escalona (Toledo), es el jefe de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil de la vecina localidad de Torrijos.

«¿Sabes la tensión cada vez que suena el teléfono desde que está el coronavirus? Es terrorífica», se contesta así mismo mientras realiza una guardia de 24 horas en la UVI. Cuando salga de ella este miércoles por la mañana, se irá a la base de Protección Civil de su pueblo (13.500 habitantes).

Lleva tres días sin apenas pisar su casa. Dirige a 16 voluntarios, que todo lo hacen por el prójimo, sin recibir nada a cambio. Pero trabajan en grupos de 5 o 6 efectivos para «no contagiarnos todos a la vez» por el COVID-19.

De todo y para todo

Desde Protección Civil desinfectan calles como reparten comida y medicamentos entre las personas que no pueden salir de sus casas. «Cuando ocurre este tipo de situaciones, te das cuenta de cuánta gente no tiene a nadie. Como Juan Palomo: yo me lo guiso, yo me lo como. No se valen por sí mismos y hay que echar una mano a tope», se expresa Juan Pedro enérgico.

Sus voluntarios trabajan codo con codo con la Policía local, con el Ayuntamiento, con empresas, con supermercados y con farmacias del pueblo para ayudar también a familias que tienen a todos sus miembros confinados, sin poder salir a la calle a comprar. «Según vayan pasando los días, nuestra labor va a ser más intensa y necesaria», asegura un hombre que se ríe de sí mismo. «¿Has visto el estiramiento facial que tengo? Ni una arruga». Su cuerpo está marcado a fuego por un accidente laboral que sufrió el 19 de enero de 2001.

Pero ni aquello ni el combate que toda la sociedad española libra contra el coronavirus le hacen perder su punto de humor. Y eso que sabe que «tarde o temprano caeremos todos, aunque llevamos traje de protección».

Hasta que eso llegue, los voluntarios de Protección Civil seguirán lanzando mensajes a la ciudadanía para que respete el confinamiento. Porque todavía encuentran por el pueblo a gente en pequeños grupos, sobre todo adolescentes y jóvenes, que van por libre. «Se ríen cuando les explicas que su vida y la del resto de la población están en juego. Se creen que lo malo les pasa a los demás, pero ellos son parte del sistema», recrimina Juan Pedro, a quien se le quiebra la voz un poquito cuando se acuerda de su familia.

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