Coronavirus Toledo

«Hemos ganado en humanidad; todo el mundo te da los buenos días cuando sube al autobús»

Conductores del servicio de transporte urbano de Toledo destacan la amabilidad de todos los pasajeros desde que estalló la COVID-19

Coronavirus, última hora

Interior de un autobús urbano de Toledo tras el estado de alarma ABC

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«Con el coronavirus hemos ganado en buenos modales, en humanidad. La gente es más amable cuando sube al autobús y te da los buenos días». Lo cuenta un conductor del servicio de transporte urbano de Toledo, que ha visto reducido drásticamente el número de usuarios desde que se decretó el estado de alarma en España. «Antes de que sucediera, muchas personas subían al autobús mirando su teléfono móvil; ahora eso ha cambiado. Se nota en su cara que la gente está preocupada y concienciada también ante esta grave situación», cuenta este profesional.

Ahora parece que cualquier día laborable es un domingo por el escaso número de viajeros, menos de un tercio de una jornada normal. En algunas líneas les sobran 15 minutos o más en cada trayecto, impensable antes del coronavirus.

Al vehículo del conductor que subraya la amabilidad del pasaje solo subieron cinco usuarios, trabajadores que se apearon en el casco histórico, en los 3 primeros servicios de la mañana. Todos iban con guantes puestos y manteniendo la distancia de seguridad. Luego dos personas de avanzada edad, las más vulnerables en esta crisis, entraron tapándose la boca con una mascarilla. Iban camino de un centro de salud. Y, entre la treintena de viajeros antes del mediodía, también un antiguo profesor suyo de la EGB, casi como un padre para este conductor: «Me impactó que me dijera que está preocupado».

En los autobuses urbanos, de la empresa Unauto , el usuario se encuentra un cartel con recomendaciones nada más entrar y hay otro pegado en un cristal en la zona reservada para minusválidos. También te pueden encontrar precintados los primeros asientos a cada lado, aunque todavía hay viajeros que preguntan el motivo.

Además, el comité de empresa ha difundido en internet unos consejos dirigidos a los usuarios «por tu salud y la nuestra». Se les pide que antes de subir tengan preparada la tarjeta o el 1,40 euros que cuesta el billete; que se entretenga el tiempo «estrictamente» necesario cerca del conductor; que eviten «todo contacto físico» al validar el título de viaje y que no utilicen las primeras plazas.

«La gente que usa el autobús es porque no tiene más remedio», razona otro profesional, que ha transportado a usuarios que han subido con el carné de desempleado en la mano. «No sé a dónde iría», se pregunta. 

Los usuarios se reparten por el autobuses y respetan «escrupulosamente» la distancia de seguridad de un metro. Y los conductores ya tienen desde esta semana guantes facilitados por la empresa, aunque varios ya los llevaron de casa el fin de semana, además de productos hidroalcohólicos. «Quien tiene una mascarilla se la pone, pero la empresa no las ha podido facilitar porque no las encuentra», aseguran los conductores, algunos con el miedo en el cuerpo por el temor a contagiarse. «La empresa ha ofrecido la posibilidad de no trabajar por el coronavirus, pero yo seguiré aquí», dice uno de ellos, quien sugiere la instalación de una mampara de metacrilato entre el conductor y el viajero para más seguridad.

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