Cospedal cree que el PSOE y Ciudadanos tienen ahora «muy difícil boicotear» un Gobierno

El PP regional dice que ha conseguido los objetivos que se propuso: subir en votos, mantener los tres escaños en Ciudad Real y ganar uno en Toledo y Guadalajara

Cospedal y Tirado en el Comité Ejecutivo Autonómico del PP Luna Revenga

J.A.PÉREZ

El PP regional celebró este martes su Comité Ejecutivo Autonómico para valorar las elecciones del domingo sabiendo que han cumplido el objetivo principal. Este era: mejorar los resultados de los últimos comicios. En Castilla-La Mancha, el PP obtuvo casi 30.000 votos más que en 2015 (han pasado de 445.776 a 475.118 apoyos; de un 38,17 por ciento a un 42,79 por ciento) y dos diputados más (en 2015 lograron diez escaños, mientras que ahora han conseguido doce).

La líder de los populares en la región, María Dolores de Cospedal, explicó que, además del objetivo principal, su partido tenía otros «tres retos»: conseguir un tercer escaño por la provincia de Toledo, un segundo por la de Guadalajara y mantener los tres en la de Ciudad Real. Los tres fines han sido conseguidos y, según Cospedal, esto se debe a dos razones. La primera es que el PP ha logrado «recuperar» parte del voto que en las últimas elecciones «se quedó en casa». Por ejemplo, los populares han obtenido más apoyos pese a que en las elecciones del domingo hubo un descenso de cuatro puntos porcentuales en la participación.

La segunda es que el PP también ha logrado «recuperar» parte del voto que en los últimos comicios se fue a Ciudadanos, el partido que más se acerca a su electorado tradicional. Así, si en 2015 Ciudadanos consiguió 160.717 votos y tres escaños, en las últimas elecciones se quedó en 144.986 y ningún escaño (dos se los quitó el PP y el otro Unidos Podemos).

Por otra parte, si se contextualizan los resultados, las últimas elecciones han constatado que Castilla-La Mancha es la segunda autonomía (la primera es Extremadura) donde más apoyos encuentra el bipartidismo de PP y PSOE. Mientras que la media nacional de votos a estos dos partidos es del 56 por ciento, resulta que en Castilla-La Mancha el porcentaje se eleva hasta el 70 por ciento. Por ejemplo, los resultados del PP en la región son casi diez puntos mejores que los del partido a nivel nacional (un 43 por ciento frente a un 33 por ciento).

Unido a ello, hay que tener en cuenta que el sistema electoral español ( la famosa ley D’Hondt ) favorece más al partido más votado cuanto más pequeña es la circunscripción. Por ejemplo, en la provincia de Toledo pasar de un 38,79 a un 43,47 por ciento de los votos, le ha servido al PP para ganar un diputado (de los dos de 2015 a los tres de ahora), mientras que en las provincias de Cuenca y Guadalajara ha logrado dos escaños de los tres que había en juego con el 45,79 y el 39,62 por ciento de los votos, respectivamente.

Empieza la negociación

Celebradas las elecciones, llega la hora de formar Gobierno. Pese a que el PP ha subido en votos, sus 137 escaños en el Congreso de los Diputados le dejan lejos de la mayoría absoluta de 176. Ni siquiera con el apoyo de Ciudadanos lograría esa mayoría. Como en las pasadas elecciones, la única suma que sí sale es la de PP y PSOE, pero los socialistas ya han dejado claro que no facilitarán un Gobierno del popular Mariano Rajoy.

Preguntada ayer por ello, María Dolores de Cospedal aseguró que su partido hará «lo indecible» durante las próximas semanas para intentar llegar a un acuerdo con el que formar Gobierno. De paso, la dirigente popular avisó tanto al PSOE como a Ciudadanos de que ahora será «muy difícil que puedan convencer a los españoles de que boicoteen otra vez la formación de un Gobierno».

En la negociación que ahora se abre entre los partidos políticos, en el PP hay cosas sobre las que están dispuestos a ceder («a hablar» es la expresión que utilizó Cospedal) y otras sobre las que no. Entre estas últimas está Mariano Rajoy. Cospedal repitió ayer lo que todos dicen en el PP: que el último presidente del Gobierno español es intocable y que cualquier acuerdo pasa porque lo siga siéndolo. «Decir que se va a apoyar a un partido a cambio de que quite al candidato» es algo que «no ocurre en países democráticos», afirmó Cospedal.

Otra cosa que el PP no está dispuesto a negociar es la «soberanía nacional ». Algo en lo que, en principio, parece que sí están de acuerdo tanto Ciudadanos como el PSOE, ya que ambos se han negado a que Cataluña celebre un referéndum para lograr su independencia.

En cambio, el PP sí está dispuesto a negociar sobre la reforma laboral, la educación, la justicia, el sistema de pensiones o la lucha contra el terrorismo , según Cospedal. Sea como fuere, ahora los populares tienen el objetivo de lograr «un gobierno que dé garantías de estabilidad, un gobierno con unas líneas básicas que sean acordadas como mínimo por el PP y el PSOE», y en el que Ciudadanos también «sería bienvenido».

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