VIVIR TOLEDO
El Boletín de Educación (1935-1936)
Una muestra de la prensa docente de la provincia y la celebración de la Asamblea Pedagógica del Magisterio Toledano en julio de 1936
![Teatro de Rojas. Apertura de la Asamblea Pedagógica el 12 de julio de 1936. En la mesa, el gobernador civil Manuel González López y el coronel José Moscardó, director de la Escuela Central de Gimnasia, en ese momento, Comandante Militar de la Plaza. ABC Hemeroteca. Foto Abelardo Linares](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2021/06/21/2bole-ktID--1248x698@abc.jpg)
La prensa educativa en España nació a finales del XVIII para seguir con alguna aislada cabecera como El Regañón Genera l (Madrid, 1803) que, desde 1834, crecería con la gestión de la burguesía sobre la instrucción del país en forma de leyes y planes de educación. Según reseñan L. Esteban y R. López (1992), hasta la década de 1940, hubo 867 revistas y boletines ligados a la primera enseñanza. En 1990, J. Mª Mediavilla analizó las gacetas creadas para docentes de Toledo al final del reinado de Isabel II y primeros años del Sexenio Revolucionario: La Conciliación (1866), La Constancia (1867), seguidas de La Escuela (1869), La Crónica (1870) y La Asociación (1871), además de citar el Semanario Democrático de Primera Enseñanza (1869) y El Iris pedagógico (1870) ambas en Quintanar de la Orden, y La Crónica , vinculada a Torrijos.
En España, a partir de la Restauración (1874-1931), la prensa educativa reflejó la normativa de las fuerzas conservadora y liberal con anhelados cambios como el pago de los maestros a cargo del Estado, escalafones o, en 1907, la creación de becas de la Junta para la Ampliación de Estudios (JAE). Destinadas al magisterio toledano fueron La Escuela (1897) y luego La Bandera Profesional (1899-1931). Esta última sería un longevo medio informativo que dirigieron sucesivamente Saturnino Rodríguez Urosas, José Villanueva Medina y Esteban Granullaque . En ella se avisaba sobre las escuelas vacantes, las visitas de Inspección, consultas, bibliografía, etc. En realidad, La Bandera , fue el eco oficioso de la Asociación Nacional del Magisterio Primario -creada en 1901 y de gran arraigo hasta los años treinta- cuya estructura toledana se fraguó hacia 1908.
Con la proclamación de la II República la prensa docente recogería las reseñas profesionales, debates sobre el modelo escolar y las nuevas bases constitucionales de 1931: una escuela unificada y una instrucción primaria gratuita, obligatoria y laica. Ahora los docentes de la enseñanza oficial tendrían la condición de funcionarios públicos y correspondía al Estado «la suprema inspección en todo el territorio nacional». Así, en diciembre de 1932, el Reglamento orgánico de la inspección de primera enseñanza ordenaba a las juntas provinciales de inspectores la edición de un Boletín que trasladase a los maestros y a los consejos municipales los acuerdos de cada Consejo Provincial de Instrucción y sirviese para difundir temas pedagógicos, las prácticas escolares y el fomento del trabajo entre inspectores, maestros y profesores. Palencia fue la primera provincia que lanzó, en 1933, su Boletín de Educación . En Castilla-La Mancha sólo hallamos los editados en Cuenca (1934) y luego en Toledo. En 1935, en el bienio radical-cedista, un recorte presupuestario suprimió la Inspección Central de Primera Enseñanza -que sería repuesta en marzo de 1936- y su propio Boletín de Educación.
La Inspección escolar
Digamos que, en octubre de 1931, las cuatro zonas de Inspección de Primera Enseñanza de Toledo las visitaban José Lillo Rodelgo en la jefatura, Pedro Riera Vidal, Manuel Martín Chacón y Amelia Asensi . En 1932 se creó una nueva zona que atendió Emilia González-Valdés Rodríguez. A finales de 1933, Lillo Rodelgo pasó al Negociado de Misiones Pedagógicas del Ministerio, lo que hizo que, en 1934, accediese a la jefatura Martín Chacón que, tras su traslado, recayó en Pedro Riera Vidal hasta 1936. En este periodo se anotan los nombres de otros inspectores: Alfonso Barea Molina, Manuel Lorenzo Gil, Luis González Maza y África Ramírez de Arellano . Reseñemos que cuatro miembros de esta plantilla fueron becados por la JAE para acudir al extranjero: José Lillo, Amelia Asensi, Emilia González-Valdés y Pedro Riera. Este último, además, fue diputado por el Partido Republicado Radical en las Cortes en el período 1931-1933.
Sería a finales de 1935 cuando apareció en Toledo el Boletín de Educación . Órgano de la Inspección de 1ª Enseñanza de la Provincia , cuya vida, de siete números, acabó en mayo de 1936, etapa coincidente con Marcelino Domingo y Francisco Barnés Salinas al frente del Ministerio de Instrucción Pública. Aquel Boletín que proclamaba no ser un «folleto frío», pretendía «llevar a la Escuela notas de vibración pedagógica y llenar de estímulos la voluntad del educador». Además, fomentaba el encuentro de maestras y maestros de distintos centros para conocer métodos de trabajo en el aula, animando a difundirlos con unas palabras muy ajustadas al fondo político del momento: «todo lo que tienda a hacer pedagogía, a hacer Escuela, a hacer ciudadanía, a unir a los obreros de la cultura en la empresa común, será estimado y publicado».
En los ejemplares consultados hay textos referidos al papel del maestro, los valores cívicos, reflexiones sobre la lectura, al estudio de las Ciencias, la fiesta del árbol, la organización escolar, cantinas y trabajos firmados por docentes de Bargas, Ocaña, Burguillos, Azaña, Valdeverdeja, Los Yébenes, Malpica…También se relacionan las tareas realizadas en los Centros de Colaboración, unos encuentros habidos entre inspectores y maestros de una zona (Talavera, Torrijos, Mora, Madridejos, Oropesa…) con objeto de recibir formación pedagógica e intercambiar métodos prácticos en el aula. Incluso hay colaboraciones de Urabayen, del pintor Guerrero Malagón y diversas fotografías de nuevos edificios escolares en la provincia.
Asambleístas e invitados
En mayo de 1936, el Boletín animaba a asistir a la Asamblea Pedagógica del Magisterio Toledano prevista para el mes de julio con ponencias varias y la difusión de experiencias didácticas. La organizaban el Consejo de Primera Enseñanza, la Junta de Inspectores, la Escuela Normal y la Asociación Provincial del Magisterio. El Castellano recogió los actos habidos desde el domingo 12 de julio hasta el miércoles 15 que fueron retrasmitidos por Radio Toledo. El día de la apertura, en el Teatro Rojas, ante los representantes institucionales y 800 asistentes los oradores resaltaron el valor social y académico de la escuela pública y el interés de los maestros por mejorar su labor y los ideales pedagógicos. Luego hubo actuaciones artísticas con niños y niñas de Toledo y Bargas. Por la tarde, en el Instituto se inauguró una exposición de trabajos enviados desde diversas escuelas. En las sucesivas sesiones del Congreso se divulgaron los resultados de los Centros de Colaboración y de reconocidos docentes. Hubo otro «festival infantil» y alguna visita a ciertos monumentos. La clausura fue presidida por las máximas autoridades provinciales y el director general de Primera enseñanza, José Ballester Gozalvo , profesor y abogado que estuvo al frente de la alcaldía de Toledo entre abril y septiembre de 1931. En el Archivo Municipal de Toledo , en unas fotos de la última sesión tomadas en las escalinatas del Rojas y del Instituto, aparecen varios personajes que, pocos días después, quedarían enfrentados por el estallido de una trágica guerra.
![Rafael del Cerro Malagón, autor de la sección Vivir Toledo de ABC](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2021/06/21/Rafaeslo-kxLD--220x220@abc.jpg)
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