Sergio del Molino: «La percepción de muchos ciudadanos es que viven peor»
El periodista y escritor, autor de «La España vacía» y de «Lugares fuera de sitio», ha participado en Castilla-La Mancha en dos actos sobre despoblación
![El periodista y escritor Sergio del Molino](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2019/11/30/molino-kLHF--1248x698@abc.jpg)
Después de que su libro «La España vacía», un mezcla de ensayo histórico y un relato de viajes, se convirtiera en todo un éxito, Sergio del Molino (Madrid, 1979) es considerado como una de las voces autorizadas para hablar del fenómeno de la despoblación. Esta semana este periodista y escritor ha participado en dos actos en Castilla-La Mancha, una de las regiones más castigadas por este problema, para hablar sobre este tema después de ganar en 2018 el Premio Espasa con su última obra, «Lugares fuera de sitio» , otro ensayo sobre algunos de los lugares más afectados por el olvido del Estado español.
Aprovechando su visita, ¿cómo cree que se están haciendo las cosas en Castilla-La Mancha para luchar contra la despoblación?
Creo que Castilla-La Mancha replica en clave autonómica la estrategia que parece que el PSOE ha diseñado a escala nacional. Hay otras comunidades que han planteado políticas y cambios legislativos enfocados a la despoblación, como Castilla y León, Aragón o Extremadura. En general, todos están en una fase incipiente, creo que a la espera de un pacto de Estado o de un plan nacional (o de ese ministerio que se anunciaba en el pacto entre PSOE y Podemos, si finalmente sale ese gobierno). Es muy pronto para valorar nada y creo que las políticas autonómicas serán completamente estériles si no van armonizadas con un plan nacional y una iniciativa europea. El plan nacional está por ver y la iniciativa europea es, directamente, una quimera en esta UE que no encuentra un solo tema de consenso.
El vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijaro, con el que participó en un acto en Sigüenza (Guadalajara), habló de crear un marco fiscal propio para estas zonas despobladas y antes de las elecciones se habló de una ley contra la despoblación. ¿Cuántas promesas más cree que escucharán los habitantes de esos pueblos y ciudades tan castigados?
Muchas, y unas cuantas de ellas, irrealizables. Hay un riesgo de que sean usados como banderín electoral (ya lo están siendo). Pero, además, hay algo que me parece más interesante: ya se ha hecho mucho contra la despoblación. No es cierto que no haya habido planes. Se crearon unos fondos de cohesión, se han invertido miles de millones, de han creado redes de desarrollo y se han gestionado infinidad de iniciativas. Hasta ahora, sin resultados o con resultados muy discretos, excepcionales y locales. Si alguien cree que una reforma fiscal o unos incentivos laborales para algunos profesionales va a tener efectos notables, creo que debería rebajar el entusiasmo, porque la experiencia nos dice que las acciones políticas no revierten la sangría de población.
En las últimas elecciones generales ha sorprendido la consecución de un diputado y dos senadores por parte de Teruel Existe, que se estrenaba en estos comicios. ¿Cree que esto puede servir de efecto dominó para otras formaciones políticas de corte más regionalista y provincialista de esa España vacía o vaciada?
No lo sé, habrá que ver cómo transcurre la legislatura (si esta dura más de unos meses). Me temo, y ojalá los hechos me desdigan, que va a suponer un paso atrás en el movimiento, que había conseguido colocar el problema en la discusión nacional y que ahora la devuelve a lo regional y a lo local, emulando las estrategias nacionalistas y regionalistas. Creo que esto puede dificultar mucho que se perciba como un problema político que afecta a todos los españoles y que se vuelva a entender como una cuestión menor de la que sólo deben ocuparse los turolenses.
En su último libro, «Lugares fuera de sitio», se refiere a España como «una madre descuidada y desdeñosa que no presta atención a unos hijos que desean ser parte de la casa y encontrar un sitio en ella». Aunque esta afirmación puede servir para referirse a los lugares de los que habla en el libro y a los nacionalismos periféricos, ¿puede aplicarse también a las zonas más castigadas por la despoblación?
Absolutamente. De hecho, en esa parte estaba comparando explícitamente la España vacía con los lugares fronterizos. En concreto, el Campo de Gibraltar.
Leyendo este libro, que es una vuelta de tuerca más al olvido de determinadas zonas de España, ¿qué cree que es lo que está haciendo tan mal el Estado español?
Desde 1978, las instituciones del Estado han sido muy torpes a la hora de transmitir los enormes logros que ha alcanzado el país. Son pésimas propagandistas. Hay partes y sectores de España que se sienten legítima y objetivamente abandonados por el Estado, pero otros solo lo están de forma simbólica. Por varias razones (unas, históricas, y otras, estrictamente contemporáneas), la democracia española no ha sabido presentarse como la casa común que es. La percepción de muchos ciudadanos es que viven en un país mucho peor del que los datos indican, menos democrático de lo que es, menos libre y menos próspero y seguro, cuando España es uno de los países más democráticos, libres, seguros y prósperos del mundo.
Cree que hay aún tiempo para enmendar la plana?
Soy muy escéptico. Creo que vienen malos tiempos.
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