CIUDAD REAL
El juez investiga la residencia Elder de Tomelloso por 75 ancianos muertos
Investiga posibles delitos de homicidio por imprudencia y omisión del deber del socorro en esta residencia
El pasado 18 de marzo, cuando el coronavirus comenzaba a hacer estragos, aparecía en todos los medios José Manuel Sampedro, el director de la residencia Elder de Tomelloso , donde en los primeros días de la primera ola de la pandemia habían muerto ya una quincena de ancianos. Una cantidad que hacía pronosticar que la cosa iría a peor, como se demostró después, al registrarse entre marzo y junio un total de 75 muertes de residentes a causa del Covid-19.
Estas son las cifras que aparecen en la denuncia que un grupo de familiares de esas personas mayores fallecidas en el centro presentó en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 1 de Tomelloso , cuyo titular ha abierto ahora diligencias previas en las que se investiga la posible comisión de un delito de homicidio por imprudencia y delito de omisión del deber de socorro por parte del director de la residencia Elder de Tomelloso. Sampedro, ante la llamada de ABC, no ha querido entrar a valorar dichas acusaciones porque aún no ha recibido la notificación judicial, pero niega los hechos.
El que sí atendió a este diario fue el abogado que defiende a seis de esas familias que perdieron a un ser querido en la residencia Elder de Tomelloso, Luis Miguel Polo , quien señala que en la denuncia se dice que el director del centro tuvo una «falta de previsión» ante la primera ola de la pandemia y señala que «no compró materiales de protección, ni mascarillas ni nada, para los trabajadores y usuarios, a los que dejó desamparados».
Dicen los denunciantes que Sampedro no atendió las recomendaciones que le hicieron hasta en tres ocasiones desde el servicio de enfermería de la residencia para adquirir material de protección y establecer protocolos de actuación, que abandonó el centro el 10 de marzo cuando saltó el primer positivo por coronavirus de un anciano y que cuando la Junta intervino la residencia no atendió a los requerimientos del Gobierno de Castilla-La Mancha . Es más, ni siquiera se amplió la jornada laboral del médico que solo acudía dos horas por la mañana y otras dos por la tarde.
En aquellas fechas, Sanidad empezó a vigilar la residencia y llegó a mandar tres UVI. Además, un médico militar examinó a los ancianos, pero el director del centro no atendió sus llamadas y regresó el día 16 para hacer una única gestión, según la denuncia: subir a redes sociales un comunicado desmintiendo que la residencia estuviera intervenida. La Junta intervino formalmente el centro el 18 de marzo y mantuvo el control hasta junio, cuando ya se sumaban 75 fallecidos.
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