Félix Romero invita a un consumo responsable con «Café Pergamino»
El escritor y director general de Medio Natural y Biodiversidad de Castilla-La Mancha presenta su tercera novela este martes alas 19.00 horas a través de una videoconferencia
![Félix Romero invita a un consumo responsable con «Café Pergamino»](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2020/12/21/felix-kJSB--1248x698@abc.jpg)
Cuando uno se levanta y se toma una taza de café no sabe la historia que puede haber detrás. De este acto tan cotidiano pretende hacer tomar conciencia Félix Romero Cañizares (Barcelona, 1975) con su tercera novela recién publicada, « Café Pergamino » (Kolima Books), que será presentada este martes a las 19.00 horas en una videoconferencia en la que participará el conocido periodista Manuel Campo Vidal y la directora de la editorial Kolima, Marta Prieto.
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En esta novela, impregnada del olor a café en todo momento, el también director general de Medio Natural y Biodiversidad del Gobierno de Castilla-La Mancha nos sumerge entre los cafetales de una zona de montaña colombiana que podría situarse en la Sierra Nevada de Santa Marta. Una región que él conoce debido a los numerosos viajes realizados junto a su hermano con el proyecto «Cumbres del Pacífico», que le ha permitido recorrer países de África, América y Asia.
![Félix Romero invita a un consumo responsable con «Café Pergamino»](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2020/12/21/portada-keRC-U401717259877oj-220x340@abc.jpg)
«A través de los viajes, uno se conoce a sí mismo mucho mejor», afirma el escritor afincado en Toledo, que reconoce su amor por el continente americano, que ha recorrido de norte a sur: «América es una enorme enciclopedia para conocer el mundo». Y, en concreto, sobre Colombia, donde transcurre la acción, asegura que es «un país de muchos contrastes donde han cambiado mucho las cosas desde el acuerdo de paz después de tantos años de conflicto, pero el narcotráfico sigue muy presente», lamenta.
La novela cuenta la historia de una serie de personajes en un lugar ficticio de esa región colombiana llamado Arellano, donde las familias de colonos dedicadas a las plantaciones de café, que cada vez ganan más terreno en la sierra, arrebatándoselo a la comunidad indígena de los jaguaríes. Todo ello en una época en que en Colombia está latente el conflicto entre el Estado, las guerrillas y el narcotráfico, que cada vez tiene más peso en un país que, desde que se independizó, no ha tenido un solo momento de paz.
Esa difícil convivencia entre algunos personajes, que ocultan algunos secretos de sus vidas privadas, desemboca en una serie de acontecimientos en los que los habitantes de este paraje casi idílico, con una naturaleza exuberante, a veces parecen manejados por otros personajes que juegan, como un tablero de ajedrez, con todos los que están a su alcance. Al final, sólo los «mamos», los chamanes indígenas, son capaces de ver, como los murciélagos, el mundo al revés y parecen entender lo que está realmente sucediendo.
De hecho, los únicos personajes de la novela que salen airosos son los indios jaguaríes, que se mantienen fieles a sus creencias y costumbres de respeto al mundo que les rodea. De hecho, son los que avisan del cambio climático que hace peligrar su tierra, como se dice en algún momento. En opinión de Romero Cañizares, «estas comunidades indígenas tienen un vínculo con la naturaleza y han evolucionado de manera paralela a ella, sin subirse al desarrollo fulgurante de la globalización, y deben tener libertad para decidir cómo quieren vivir, sin ninguna imposición».
Don Basilio, el cura de Arellano, gran conocedor de la planta y del producto del café, además de claro defensor de los indios, es el que deja más reflexiones de calado a lo largo de la novela. « El narcotráfico no se acabará hasta que no se legalice la cocaína » es una de ellas, afirmación del párroco con la que el escritor está de acuerdo en parte porque cree que «por más empeño que se ha puesto en acabar con ello, no se ha sabido hacer. Más allá de prohibirlo o no, hay que educar y concienciar a la sociedad de los peligros de esta droga».
![Una zona de la Sierra Nevada de Santa Marta, llena de plantaciones de café](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2020/12/21/cafe-U30862675517R6B--510x349@abc.jpg)
Con esta historia, el autor también de «El árbol de los pigmeos» (2018) y «El fuego callado» (2019) vuelve a ficcionar uno de los problemas que acucian al mundo y, en concreto, a la región colombiana donde sitúa la acción, como es la agricultura extensiva, que está acabando con muchos ecosistemas. En este caso, las plantaciones de café, que están poniendo en jaque a los indígenas y su modo de vida, pero también a los ríos y bosques del entorno, afectados por el uso cada vez mayor de pesticidas.
«Sin ecología no hay vida ni economía que se sostenga, como se ha demostrado ahora con la pandemia del coronavirus», afirma el también licenciado en Ciencias Ambientales e ingeniero forestal, que informa de que en el mundo se consumen al año 400.000 millones de tazas de café y «detrás de su producción hay muchas veces mucho dolor e injusticias». En cualquier caso, se declara un apasionado de este producto, en concreto del café arábica, que es el que se planta en esta zona de monte bajo colombiano, de sabor suave y con mucho aroma.
Pese a que «Café Pergamino» terminó de escribir en 2018, ha visto la luz ahora, justo cuando Félix Romero Cañizares está más ocupado en sus labores en el Gobierno de Castilla-La Mancha. Aun así, espera poder sacar tiempo para promocionar su nueva novela. «Mi expectativa es que el público la conozca para concienciarse de un consumo responsable del café», sentencia el escritor, que tiene más historias empezadas y en mente , de momento guardadas «en un cajón». Habrá que esperar mientras paladeando un buen café.