Dona los 800 euros de su extra de Navidad para pagar un menú a 110 personas necesitadas de Tomelloso
Con la dádiva de un controlador de la ORA, una cafetería ha elaborado la comida, que ha sido repartida por la Cruz Roja este jueves
José Ángel Perona Navarro tiene 47 años y gana 800 euros como controlador del servicio de aparcamiento ORA en Tomelloso (Ciudad Real). Desde hace mucho tiempo, colabora con causas solidarias, donando pequeñas cantidades de dinero para familias necesitadas de esta localidad manchega de 37.000 habitantes y para el pueblo saharaui.
Pero este año, «viendo lo mal que lo está pasando la gente por el coronavirus» -dice-, ha decidido ir más allá. Ha adelantado los 800 euros de su paga extraordinaria de Navidad, que todavía no ha cobrado, para costear un menú que ha sido repartido este jueves a 110 personas indigentes de su pueblo.
La comida ha sido cocinada por El 5º Pecado, una cafetería de Tomelloso que también se vuelca con los más necesitados desde hace años. En el bar han madrugado para tener todo listo al mediodía. Desde las cuatro y cuarto de la mañana , su dueño, Pepe Pérez, y su ayudante, Daniela, han preparado las 30 tortillas que luego han repartido en porciones, acompañadas cada una de una ración de carne con tomate, una pieza de fruta, pan, agua y un cartón de leche.
Voluntarias de la Cruz Roja han distribuido luego el menú entre las 11o personas a las que se les había entregado previamente un vale para que lo canjearan por comida. El propio José Ángel también ha estado en el reparto.
«Cuando veo a personas pasándolo mal, peno mucho», dice este benefactor. «José Ángel siempre ha colaborado con 40 o 50 euros, pero este viaje ha dicho que él lo pagaba», cuenta el dueño de la cafetería, donde ya han distribuido otras veces comida entre los más necesitados. También la frutería El tío Monene ha regalado el género cuando supo la causa, a la que se ha sumado a última hora una empresa distribuidora de leche.
Casado y padre de dos hijos -un niño de 7 años y una adolescente de 15-, José Ángel le dijo a su esposa que, «si le parecía bien», donaba su paga extraordinaria de Navidad «para las familias que lo están pasando mal en el pueblo». Inmaculada le dio luz verde inmediatamente. «Mi mujer es peor que yo para las causas solidarias», dice José Ángel de ella, maestra de infantil en el colegio público Doña Crisanta. «Además, hemos matado dos pájaros de un tiro. Porque también hemos colaborado con la hostelería y con un bar de Tomelloso que siempre ayuda a la gente necesitada», añade.
Al conocerse su donativo, ha habido personas que también han ofrecido dinero. « La gente sí quiere colaborar, pero no sabe la forma . Cuando se lo dices, se vuelcan. Pero les falta el empujón», cuenta José Ángel. «Hoy se llevan un plato de comida 110 personas, pero ¿y mañana?», se pregunta a continuación.
Él estuvo desempleado en 2009 y, en lugar de buscar trabajo, se hizo voluntario de la Cruz Roja, donde estuvo seis años. «Cuando vienes a pedir comida, sientes vergüenza. La mayoría de la gente hay que ayudarle a pedir, porque no es plato de buen gusto», explica. « Gestos de solidaridad como el mío son más pequeños de lo que nos imaginamos», dice antes de despedirse.
Noticias relacionadas