CUENCA
«La crisis» del comisario Laguna: 63 días en la UCI; 32 de ellos en coma inducido por coronavirus
El responsable de la Policía Nacional en Cuenca, el paciente que más tiempo ha estado ingresado en el hospital Virgen de la Luz, relata la durísima experiencia
A lo largo de sus 58 años de vida Manuel Laguna , nacido en Alcázar de San Juan, ha luchado contra la banda terrorista ETA o el yihadismo, pero ha tenido que ser el maldito coronavirus el que lo ha puesto al borde de la muerte.
Laguna, actual jefe de la Comisaría de la Policía Nacional de Cuenca, ha sido el paciente que más tiempo ha estado ingresado en el hospital Virgen de la Luz: 77 días, 63 de ellos en la UCI y 32 en coma inducido .
El 5 junio fue dado de alta entre los aplausos de multitud de compañeros, reunidos a las puertas del hospital, que luchan contra la pandemia. Ahora cuenta la durísima experiencia por la que ha pasado como un mensaje de esperanza «para que no tiren la toalla» todas aquellas personas que puedan verse en una situación parecida.
El calvario del comisario Laguna empezó el 20 de marzo, aunque entonces él no lo supiera. Tras pasar un constipado «sin más», ese día se sintió «algo flojo» y, pese a que no tenía fiebre, acudió a su médico de cabecera, que le remitió directamente al hospital. Entró por su propio pie y estuvo ingresado dos noches en una habitación compartida con otro paciente de Barajas de Melo, hasta que sufrió «la crisis».
El comisario sufrió una enorme bajada de defensas, que se agravó con problemas renales, y fue trasladado al área de Quirófanos habilitada para pacientes críticos, ya que la UCI del complejo hospitalario conquense estaba saturada . A pesar de tener solo un halo de vida, Manuel Laguna recuerda con nitidez «algunas pesadillas», su primer despertar y la extraña sensación de no poder hablar por la traqueotomía.
Sin poder recibir visitas, desvela que un pequeño aparato de radio ha sido su principal aliado durante ese tiempo; voces con las que ha podido seguir la evolución de la pandemia mientras se recuperaba poco a poco. El comisario cree, sin duda, que su larga experiencia laboral le ha ayudado «psicológicamente» a ganar la batalla al Covid-19.
También agradece, por supuesto, los ciudados de los profesionales sanitarios y las numerosísimas muestras de afecto que ha recibido desde todos los ámbitos, sobre todo a través de «cientos de mensajes» en su teléfono móvil. Menciona los de la Dirección General de la Policía, la Jefatura Superior de Castilla-La Mancha, sus compañeros de la Comisaría de Cuenca, amigos, familiares y ciudadanos anónimos que se han preocupado por su estado. Incluso las Carmelitas, que han rezado por él cada día, igual que los capellanes del hospital, que le acompañaron en los duros momentos de soledad.
La recuperación será lenta y Manuel Laguna está cumpliendo a rajatabla la batería de ejercicios que le ha marcado su fisioterapeuta. El coronavirus ha provocado que pierda unos quince kilos, pero no el apetito, reconoce con humor. Ya en casa, disfruta con los guisos que le preparan «con mimo». Convive con su mujer, su hijo y su madre, de 90 años, que también resultaron contagiados de Covid-19, aunque de forma leve. Ahora el deseo del comisario es volver a respirar el aire libre y ver el mar.
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