Castilla-La Mancha se salta la política antitrasvasista para salvar las Tablas de Daimiel
Son varias las voces que piden un trasvase de agua hacia este humedal, pero la Asociación de Municipios Ribereños se opone y pide «coherencia»
Cuando parecía claro que en Castilla-La Mancha había una opinión generalizada contra las políticas trasvasistas, en el caso de la transferencia de agua al Levante, ahora incluso hasta el Gobierno castellanomanchego sí que aboga por una solución de este tipo para sacar al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel de la «complicada» situación que viven actualmente.
Así lo llevan defendiendo en las últimas semanas desde diferentes ámbitos de la región. El último en hacerlo ha sido el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, quien este sábado insistió en la «urgencia» de trasvasar agua a las Tablas de Daimiel. Esta «joya de la naturaleza», como así la definió, cuenta ahora con menos del 5% de la superficie de este parque nacional que cuenta con más de 1.750 hectáreas , encharcadas en este momento. Por ello, urgió a que es necesario mantener el parque en «buen estado» y para ello es preciso que les llegue agua desde la Tubería Manchega.
Esta infraestructura hídrica lleva agua desde el municipio conquense de Carrascosa del Campo y concluye en la localidad ciudadrealeña de Fernán Caballero, en el embalse de Gasset, cerca de las Tablas de Daimiel. Este trasvase tiene como fin el consumo humano de agua para más de 30 municipios de las provincias de Cuenca, Albacete, Ciudad Real y Toledo procedente de los embalses de cabecera del río Tajo.
Aquí es donde se encuentra precisamente la principal piedra en el camino para un trasvase que solucione los problemas de sequía que atraviesan las Tablas de Daimiel, ya que los pantanos de cabecera del Tajo se encuentran esquilmados por las continuas derivaciones de agua que el Gobierno de España aprueba con dirección al Levante.
En este sentido, ya el viernes, la Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía , formada incluso por muchas localidades de Guadalajara y Cuenca gobernadas por el PSOE, alzó la voz contra la intención del Gobierno regional de su partido de trasvasar agua desde la cabecera del Tajo hasta las Tablas de Daimiel.
«Sobreexplotación» de regadíos
Aunque lamentaban en un comunicado la situación de este humedal, reclamaban «coherencia» a la Junta de Comunidades, a la que piden que ponga orden en la «sobreexplotación» de regadíos en torno al Acuífero 23, una de las piezas clave del sistema hidrológico de la Cuenca Alta del Guadiana del que dependen más de 30 municipios de las provincias de Ciudad Real, Albacete y Cuenca. Esto es lo mismo que la Asociación de Municipios Ribereños critica en el caso de los regantes murcianos. «Esta no es una guerra contra la Región de Murcia, sino contra un modelo insostenible de agricultura que consume los recursos públicos y atenta contra ecosistemas para beneficio privado», manifiestan.
Con los embalses de cabecera del Tajo en caída libre, la Asociación de Municipios Ribereños pide lo mismo que solicitan ante los regantes del Segura: medidas reales contra la sobreexplotación agrícola. Por eso, son conscientes de la dificultad de enfrentarse a la realidad, «máxime —señalan— cuando entran en juego las grandes corporaciones de la agroindustria», pero consideran que es «una vergüenza seguir alimentando una industria privada insostenible, capaz de secar ríos y envenenar albuferas; de beberse ellos solitos un acuífero de mas de 5.500 kilómetros cuadrados de superficie. ¿Cuántas joyas de nuestro patrimonio natural, como el Tajo, el Mar Menor o las Tablas de Daimiel tendremos que sacrificar para poder decir basta ya?», se pregunta la presidenta, María de los Ángeles Sierra .
Desde la asociación matizan que «no es una guerra contra la agricultura, sino contra la sobreexplotación de recursos, y reclaman un debate nacional sobre el agua, que ponga de manifiesto los miles de millones que les cuesta a los españoles la agroindustria y la codicia de unos pocos. Siempre se presume del mucho dinero que genera, pero nadie se atreve a preguntar cuánto nos cuesta, suponiendo que se pudiera poner precio a un río».
Cerca del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel y de la Tubería Manchega estuvo ayer el consejero Martínez Arroyo, quien participó en el programa radiofónico «Agropopular» de la cadena Cope, dirigido por el periodista César Lumbreras, que se emitió en el hotel Mirador de La Mancha en Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real). Allí el responsable de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural habló de la «buena sintonía» existente con el Gobierno nacional, a través del Ministerio para la Transición Ecológica , en un momento determinante en materia hídrica.
Soluciones entre todos
Así recordó sus palabras de este viernes durante una jornada sobre sostenibilidad y agua organizadas por WWF, en la cual destacó que «la sociedad gana mucho si las Tablas están al 100% de su capacidad, gana, y mucho, si el agua pasa de una laguna a otra en las Lagunas de Ruidera, y gana muchísimo si hay agricultores que pueden regar y pueblos con vida». «Es posible conseguirlo si buscamos soluciones entre todos», añadió.
Desde Villarrubia de los Ojos Martínez Arroyo explicó que los problemas de La Mancha son garantizar el agua para los jóvenes y los profesionales de la agricultura, al mismo tiempo, que se compatibiliza con el medio ambiente. Y es posible unificar ambas necesidades. Abordó, en esta línea, la infraestructura de la Tubería Manchega, de la cual se construyó el ramal principal y está a la espera de los secundarios, para el consumo de boca.
De ahí que el consejero de Agricultura se mostró convencido de que se va a cumplir con la normativa nacional y europea en materia de agua y se van a buscar todas las soluciones necesarias para que quienes han decidido «vivir en nuestros pueblos» puedan hacerlo. Y es que, finalizó asegurando que «la despoblación se afronta con agua, porque sin agua no hay futuro para el medio rural».
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