Felipe VI hace suyo el legado de Alfonso XIII y retorna un siglo después a Las Hurdes
«Es una experiencia extraordinaria moverse por España, sobre todo por las zonas más apartadas», declara
Las Hurdes que visitaron ayer los Reyes para celebrar el centenario del viaje de Alfonso XIII no tienen nada que ver con la comarca que se encontró el bisabuelo de Felipe VI en junio de 1922, cuando recorrió a caballo las aldeas de la zona -incomunicadas por la falta de carreteras- con las tasas de mortalidad, hambre y analfabetismo más altas de la época en España.
Ahora los retos en Las Hurdes son otros. Hay proyectos para seguir potenciando sectores como la apicultura y el turismo, que generen la creación de puestos de trabajo para combatir la despoblación. Los Reyes se interesaron por estos objetivos durante la reunión que mantuvieron con representantes de la sociedad civil de los seis municipios de Las Hurdes .
Tras una hora de encuentro con todos ellos -«se nos ha hecho corto», comentó Doña Letizia- , Don Felipe afirmó convencido de que allí «hay perspectivas de futuro» . Sobre la visita, que duró toda la mañana, el Rey declaró que «es una experiencia extraordinaria moverse por este país, sobre todo por las zonas más apartadas».
«Saludamos con todo afecto desde este Ayuntamiento de Pinofranqueado a todos los ayuntamientos y vecinos de la comarca de Las Hurdes. Es una alegría para nosotros venir a esta comarca recordando la histórica visita del Rey Alfonso XIII hace cien años», escribieron los Reyes en el libro de firmas del Consistorio de Pinofranqueado, el pueblo que visitaron ayer.
«Al mismo tiempo, queremos saludar y apoyar todos los esfuerzos para atender todas las necesidades de la España rural, así como apreciar y conocer sus tradiciones y valores que son parte importante de la vitalidad e identidad de nuestro país. Nuestros mejores deseos para todos y nuestra gratitud por el cariño con el que nos han recibido», añadieron.
Los habitantes de Las Hurdes se volcaron en esta visita de los Reyes, que se extendió durante toda la mañana. Y Don Felipe y Doña Letizia les devolvieron todo ese cariño con todo tipo de gestos: saludos, selfis, fotos con niños y bebés en brazos, besos, abrazos... Y la visibilidad que su visita aportará de aquí en adelante a la comarca, como sucedió con el histórico viaje de Alfonso XIII.
Dan la mano muy fuerte
«Hace mucha ilusión darle la mano al Rey. Tenemos un Rey muy chulo. Guapo, amable y muy bien presentado», afirmó Elvira, de 70 años, una de los 1.700 vecinos de Pinofranqueado. Todos salieron a las calles del pueblo para acompañar a los Reyes en una visita en la que no faltaron los vivas al Rey y las banderas de Extremadura . De sus colores precisamente -verde y blanco- vistió Doña Letizia.
«Es muy emocionante verles. Me encantan los dos. Aprietan la mano muy fuerte , y yo creo que lo hacen para transmitir cariño», añadió María, de 90 años, quien esperó impaciente en la plaza del ayuntamiento a Don Felipe y Doña Letizia.
Dos niñas de unos siete años vestidas con trajes regionales de Las Hurdes guiaron a los Reyes por una de las calles de Pinofranqueado que conducen al consistorio. Hasta el pueblo se acercaron también habitantes de los seis municipios, 35 alquerías y la entidad local que componen la comarca de Las Hurdes. Una zona que, con una extensión de 500 metros cuadrados, cuenta con un total de 5.694 habitantes.
La ministra de Política Territorial y Portavoz, Isabel Rodríguez, y el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, formaron parte de la comitiva que acompañó a los Reyes durante toda su visita, en la que también disfrutaron de una danza tradicional de pastores que les mostraron 19 niños de entre ocho y diez años; y de un paseo por la orilla del río Los Ángeles, desde donde se despidieron de Pinofranqueado. «Esta visita ha sido una maravilla. El cariño de la gente, lo mejor », concluyó el Rey.
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