El volcán de La Palma se apaga

Presenta menos de 5 toneladas diarias de SO2 y lleva 24 horas sin signos de actividad por primera vez desde que comenzó la erupción el pasado 19 de septiembre

Desgasificación sin más observables en el edificio principal del volcán IGME / Vídeo: Pevolca pide paciencia pese a la disminución de la actividad del volcán - EUROPA PRESS

Laura Bautista

El fin de la pesadilla está cerca. El volcán de Cumbre Vieja que abrió la tierra el 19 de septiembre da signos de agotamiento en su día 88 de erupción . Así lo confirmaron ayer los científicos y técnicos del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), que ven «signos claros» de que este es el principio del fin. La desgracia, aún a pesar de los parámetros, no podrá poner su punto final hasta dentro de diez días, plazo preventivo que se ha establecido para que se consolide esta tendencia y La Palma pueda recibir el mejor regalo de Navidad posible, el fin del volcán.

El equipo del Involcan pudo ayer acceder por primera vez a los conos principales , que hasta este lunes emitían lava y ceniza y actualmente están inactivos en la montaña más joven de España. Esta visita a las entrañas del volcán es no solo una muestra clara de que los palmeros pueden respirar más tranquilos sino evidencia de este «parón contundente» que ha tenido Cumbre Vieja. Así lo definió la portavoz del comité científico el Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), María José Blanco, que señaló que «la ausencia de observables corrobora el agotamiento del volcán de La Palma», aunque «para darla por concluida la erupción deben consolidarse estos parámetros por diez días». Como apuntó, «no se descarta un repunte de actividad y de emisión de coladas» en este periodo, tal y como ya ocurrió con el volcán de San Juan en 1949, que tras cinco días dormido volvió a emitir un pulso que tuvo a La Palma en vilo antes de despedirse definitivamente.

Señal del tremor Involcán

De acuerdo al último informe del comité científico y técnico del plan, la señal del tremor es prácticamente inexistente y se ha reducido a niveles de ruido de fondo, no hay emisión de lava y las coladas se han detenido, la actividad fumarólica es «puntual y esporádica», y la sismicidad tanto intermedia como profunda es baja.

La deformación del terreno permanece estable, y la tasa de emisión de dióxido de azufre del penacho eruptivo es «extremadamente baja» desde las 14 horas del martes 14. La Palma amaneció ayer por primera vez en silencio tras 88 días de erupción, y ya se trabaja en «el día de después» de la isla. «Si se mantienen todos estos parámetros tan bajos como hasta ahora, en diez días podremos decir que la erupción ha terminado».

En Nochebuena

En este periodo hasta la Nochebuena más esperada de la historia de la isla, «seguirán registrándose gases que irán disminuyendo a medida que las coladas se enfríen». Aun así, adelantó la directora regional del IGN, «el fin de la erupción no será el fin de la emergencia» .

Para el regreso a casa de los vecinos o el acceso cerca de las coladas habrá un periodo de seguridad donde se mantendrán medidas. ¿Cuánto tiempo tardarán en enfriarse las lenguas de lava que cubren el oeste de La Palma? María José Blanco aseguró que todavía no hay respuesta. En este momento las cámaras registran zonas con temperaturas que superan los 400 grados centígrados, que es una referencia del tiempo que tardarán las lenguas de lava en perder ese calor.

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