A juicio el crimen machista de Santa Úrsula: estranguló a su pareja y la escondió en una fosa séptica
Los hechos que comenzarán a juzgarse este lunes se dieron en julio de 2020, a raíz de una denuncia de un vecino que llevaba días sin ver a la víctima
Arranca este próximo lunes el juicio del crimen machista de Santa Úrsula (Tenerife) en el que subirá al estrado el asesino confeso, que asfixió a su expareja de 43 años haciéndole la llave 'mataleón' y escondió su cadáver en una fosa séptica .
Fue un vecino el que advirtió que hacía días que no veía a la víctima, advirtiendo de que podría tratarse de una agresión machista ya que La víctima, según fuentes policiales, había denunciado durante el confinamiento al hombre por agresión y la Policía Local de Santa Úrsula lo había detenido. Fue la Guardia Civil la que encontró el cuerpo en julio de 2020, dentro de una fosa séptica ubicada en el garaje de la vivienda del municipio de Santa Úrsula.
El hallazgo se produjo un día después de que fuera detenida su expareja, un hombre al que la víctima ya había denunciado. Fue a raíz de esta denuncia por la que finalizó la relación entre ambos y con la que comenzó la investigación, que se saldó con la detención de la expareja de la mujer hasta entonces desaparecida. El crimen se cometió mientras estaba en vigor una orden de alejamiento del agresor con la víctima.
El fiscal solicita para el acusado una pena de 20 años de cárcel por el delito de asesinato, con el agravante de parentesco y el atenuante de confesión, además de 9 meses por el delito de quebrantamiento de la orden de alejamiento.
La asfixió y escondió el cuerpo
El agresor tiene una dependencia a los opiáceos que según la Sala no altera sus facultades intelectivas ni volitivas o lo que es lo mismo, sabía lo que hacía y las consecuencias de sus actos. En julio de 2020 quedó en visitar a su ex en su casa y tras discutir con ella le practicó la llave de 'mataleón', con «ánimo de acabar con su vida», según recoge el auto.
Para ello, se colocó a su espalda para no darle posibilidad de defenderse y la asfixió provocándole la muerte por estrangulamiento. Posteriormente, ocultó el cadáver en una fosa séptica.
El agresor se reconoció autor del crimen y fue él mismo el que aportó las indicaciones a la comisión judicial sobre cómo localizar el cuerpo.
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