El IGME será los 'ojos' de la carretera de la costa en La Palma, unas obras con una amenaza invisible

La carretera de la costa de La Palma, que será reconstruida tras el paso del volcán de Cumbre Vieja, estará guiada por más que ingenieros y técnicos. Esta vía sobre coladas tendrá los ojos experimentados del IGME, en colaboración con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) y la Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas, M.P., (CSIC), para salvar las dificultades que oculta bajo la superficie.

Ambas instituciones han firmado un acuerdo para la cesión de una licencia de uso no exclusivo del conjunto de mapas de enfriamiento de las lavas emitidas durante la erupción de 2021 en La Palma (Canarias). Los mapas, pertenecientes a la Propiedad Intelectual del CSIC han sido elaborados por el Instituto Geológico y Minero.

Los mapas que usarán están seriados por fechas con las temperaturas de las coladas, para dos tipos de profundidades concretas, y tienen la finalidad de establecer el camino que deben tomar las máquinas , así como un mapa de probabilidad de encontrar tubos lávicos en profundidad, otra de las amenazas de estos trabajos.

Bajo las coladas de La Palma, hay puntos de calor que van de los 400 hasta los 1.000 grados según de la zona, además de fumarolas y tubos lávicos , que dibujan un entramado desde Cabeza de Vaca a Tazacorte oculto y peligroso.

El objetivo de esta colaboración, por tanto, es poder mirar más allá gracias a los mapas del IGME, que guiarán las obras de restitución de la carretera LP-213 , que cuenta con un presupuesto de 38 millones de euros.

Esta vía está siendo actualmente ejecutadas por Mitma y permitirá restablecer la conexión viaria en el occidente de la isla, afectada por la erupción volcánica.