El colegio Los Campitos, sepultado por la lava
Es un colegio en zona rural, con apenas dos maestras y 23 alumnos que ahora preguntan por sus tres gallinas
En directo la erupción del volcán de La Palma
El CEIP Los Campitos, en el camino del Pastelero en la zona de El Paraíso está sepultado bajo la lengua de lava . ABC pudo acceder a la zona y comprobar cómo una colada de varios metros entraba de lleno en el patio del centro educativo, acumulándose tras la verja de entrada y convirtiéndolo en zona cero.
Su directora, Ángeles Nieves, está «muy preocupada», porque es «muy dura la impotencia» ante la furia del volcán de La Palma , que ha desatado toda la fuerza de la naturaleza «contra la que no hay nada que hacer». Es un colegio en zona rural , con apenas dos maestras y 23 alumnos que ahora preguntan por sus tres gallinas, Mari Carmen, Esmeralda y Nievitas, a las que no hubo tiempo de evacuar.
«No llegué, estaba todo cortado, ya el volcán había entrado en erupción y no pude ni acercarme a la zona », lamenta la directora, que ahora espera y confía en que los daños hayan sido los menos posibles . «Sé que ha entrado y, sobre todo, que lo ha rodeado», por lo que aunque se salve parte del centro frente a la lava, «ha quedado en tierra de nadie».
No esta preocupada por ella, sino por sus alumnos y las familias, que ahora mismo son lo que más le importa. «Es una zona rural, el 70% de los alumnos viven cerca del cent ro y están en el camino de la lava », además, «muchos tienen en la actividad platanera y la agricultura su modo de vida». Estos niños «han perdido su casa, su colegio y sus familias toda una vida de trabajo».
Aunque no está segura de los daños, sabe que ya nada será igual «aunque se pueda reconstruir». La zona ha quedado impracticable. «Preocupada y con mucha impotencia», confiesa, así se siente, «estamos viviendo una pesadilla y no sé qué veremos cuando nos despertemos».
Cuando esto pase, asegura, « buscaremos soluciones, y esperamos tener ayuda para la escolarización del alumnado y la vivienda» porque los alumnos «ya han vivido la pandemia y ahora, esto». Sus niños y niñas «necesitan urgentemente volver a una rutina y contar con ayuda psicológica», porque el despertar será duro.
Ángeles Nieves tenía 13 años cuando entró en erupción el volcán Teneguía. «Fue totalmente diferente», y no solo porque era una niña «expectante y emocionada, como todos», sino porque «no hizo tanto daño, fue un volcán benévolo». Lo recuerda «atractivo, espectacular», pero «esta vez no tiene nada que ver».
Aunque «es similar en algunas cosas, el Teneguía no produjo daños materiales y este sí, bastantes», y eso que aún no se han contabilizado oficialmente. « Hay quienes lo han perdido todo », aunque Ángeles espera que al menos las gallinas se hayan salvado. «Están domesticadas, se dejan coger y llevar en brazos, son totalmente domésticas», asegura, y es en sus silencios donde se nota su preocupación. «Quizás las encontremos».
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