Sociedad
¿Por qué el viento da frío? Así azota al termómetro en plena ola polar
Con una temperatura ambiente de cero grados, la sensación térmica llega a ser de -10 ºC si el viento sopla con fuerza. Zaragoza y el Pirineo aragonés registran estos días rachas de viento de más de 80 km/h
El viento tiene una incidencia directa en la temperatura o, por ser más exactos, en la sensación térmica. No es lo mismo estar a cero grados con viento que sin viento. Y no es lo mismo que sople de forma moderada que fuerte. Estos días, en plena ola de frío polar , Aragón es uno de los territorios que dan fe de ello.
Este miércoles, el cierzo sopló en Zaragoza a más de 50 kilómetros por hora, con rachas que llegaron a superar los 80 km/h, según los registros de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) . Y el Pirineo oscense se encuentra este jueves en alerta meteorológica por vientos muy fuertes, que también pueden superar los 80 km/h, lo que multiplica la sensación de frío.
Que a bajas temperaturas el viento dispara el ambiente gélido es algo conocido. Pero, ¿se puede saber exactamente cuánto frío aporta el viento? La Aemet lo recoge en la «Tabla de valores de sensación térmica por frío (wind chill)». En ella se detalla con precisión. Así, por ejemplo, basta que el viento sople a 5 km/h para que una temperatura ambiente de cero grados se convierta en una sensación térmica de -2ºC . Y, a más fuerza del viento, efecto más gélido. Así, con vientos de más de 50 km/h como los que este miércoles soplaron en Zaragoza, una temperatura ambiente de cero grados se convierte en una sensación térmica de -8ªC, que llega a ser de -10ºC si sopla a más de 80 km/h .
La explicación radica, esencialmente, en el efecto directo que el viento ejerce sobre el cuerpo humano. Más exactamente, por el «arrastre» del calor corporal generado. A altas temperaturas, el cuerpo activa el sudor para reducir el calor; a bajas temperaturas, se activan mecanismos físicos para generar calor y crear una suerte de minúscula atmósfera protectora sobre la piel. Cuanto más sople el viento, más rápido se eliminará esa capa de calor y la piel quedará expuesta de forma más severa a las bajas temperaturas, lo que incrementa el frío.
Además, a menos temperatura ambiente, el viento agrava todavía más su sensación térmica. Así, si con 0ºC un viento de 50 km/h hace que la sensación térmica sea de ocho grados menos, el efecto de ese mismo viento con una temperatura ambiente de -10ºC hace que la sensación térmica se desplome hasta los -22ºC. Y así progresivamente, cuanto más frío, mayor es el efecto «congelador» del viento.
Este efecto hay que tenerlo en cuenta para evitar riesgos, porque lo que afecta al cuerpo humano no solo es la temperatura ambiente «técnica», sino la sensación térmica .
¿El viento siempre hace que la sensación térmica sea menor que la temperatura ambiente? No. Esto es otra de las curiosidades de la combinación entre viento y temperatura. Hasta 32ºC, si sopla el viento siempre hará que la sensación térmica sea menor que la temperatura ambiente. Pero a más de 32ºC, el viento no solo deja de refrescar sino que tiene un efecto sofocante, suma grados a la sensación térmica corporal . Y esto también hay que tenerlo en cuenta por los efectos que el calor excesivo tiene en el cuerpo humano.
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