Los pueblos del Ebro, de nuevo en vilo por las fuertes borrascas que van a barrer la Península

La riada que ha vivido el Ebro estos últimos días puede no ser la última antes de que acabe el año. Los pueblos ribereños siguen en vilo ante las nuevas borrascas que ya han empezado a barrer la Península . De entrada, la borrasca «Daniel», que ya ha afectado a Galicia y a parte de Castilla y León, con lluvias torrenciales. Y a ella seguirá otra más, la borrasca bautizada con el nombre de «Elsa», que entrará por Galicia este miércoles. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), va a dejar fuertes lluvias en prácticamente todo el país.

Esta sucesión de borrascas muy intensas hace que la inquietud, en el Ebro, no se dé por despejada tras ver pasar la riada que comenzó el viernes pasado en los afluentes navarros del Ebro y que luego se extendió a este gran río.

La fuerte borrasca atlántica que irá barriendo la Península desde este miércoles ha llevado al Gobierno aragonés a no desactivar la alerta, por precaución.

La Asociación de Afectados por la Riada del Ebro (Asafre) también teme que esas fuertes lluvias que se anuncian para estos días provoquen un nuevo y agravado episodio de riadas en la cuenca del Ebro.

Ante las previsiones meteorológicas que hablan de fuerte y profunda borrasca, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) se está esmerando en dejar hueco en embalses que suelen amortiguar las riadas en los afluentes de la margen izquierda, en concreto los de Itoiz y Yesa. El de Itoiz estaba ayer al 77% de su capacidad máxima, y el de Yesa al 85% -el sábado llegó a estar al 96%-.

De momento, la crecida que se ha producido en los últimos días ha inundado en Aragón 10.000 hectáreas de campos ribereños. Una nueva riada podría multiplicar los efectos.