Sucesos

La mujer hallada muerta en un descampado de Zaragoza no fue asesinada, según la autopsia

Los forenses han confirmado que la causa de la muerte no fue violenta. La mujer se marchó de su domicilio afectada por una grave depresión. Estuvo diez días desaparecida

La Policía Nacional y la autoridad judicial han cerrado el caso tras el resultado de la autopsia de Regina Cabeza. En la imagen, la Jefatura Superior de Policía de Zaragoza F. Simón

R. P.

La policía y el juzgado de guardia han dado por cerrado el caso de la mujer hallada muerta en un descampado de Zaragoza diez días después de haber desaparecido de su domicilio. La autopsia ha confirmado que no fue asesinada, que no sufrió una muerte violenta , según han informado a ABC fuentes oficiales. La investigación ha concluido que la mujer desapareció voluntariamente: se marchó de su domicilio afectada por una grave depresión.

Tras diez días de búsqueda en los que se repartieron por toda la capital aragonesa numerosos carteles con su fotografía, el cadáver de Regina Cabeza Valero, de 47 años , fue hallado en un descampado con arbustos situado cerca del Centro Politécnico Superior (CPS) de Zaragoza.

El cuerpo fue hallado en el transcurso de una batida especial en la que participaron efectivos policiales, de Protección Civil, voluntarios y familiares. Se trató de un dispositivo de búsqueda desplegado después de que en cuestión de semanas se produjeran tres desapareciones en la capital aragonesa.

Además de dar con el cuerpo de esta vecina de Zaragoza, ese mismo día, el viernes 31 de enero, se encontró con vida a un anciano de 83 años, Narciso Ribote, que llevaba dos días desaparecido y al que encontraron, desorientado, en las orillas del Ebro. De quien sigue sin haber rastro es de Virgilio Jiménez, de 75 años, del que no se sabe nada desde el 30 de noviembre, cuando desapareció tras subirse a un autobús equivocado.

Respecto al caso de Regina Cabeza, su desapareció se produjo el 22 de enero y ese mismo día fue denunciada por su familia y se emprendió una agónica búsqueda . Se marchó de su domicilio, situado en la zaragozana calle de la Zalfonada. No cogió ni las llaves ni el teléfono móvil. A las 14.30 horas de ese mismo día alguien dijo haberla visto en unos céntricos almacenes de Zaragoza. Nada más se supo de ella hasta que apareció su cadáver el viernes 31 de enero. Tras el hallazgo ya se avanzó que, a simple vista, el cuerpo no presentaba signos de violencia, pero las diligencias quedaron a expensas de la autopsia.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación