Empresas
Industrias Monzón suspende pagos y deja en el aire un centenar de empleos en Calatayud y Ateca
Una juez de lo mercantil acaba de declarar esta empresa en concurso de acreedores
Industrias Monzón ha entrado en suspensión de pagos, como consecuencia de las dificultades económicas que arrastra. La empresa, con dos fábricas en Calatayud y Ateca que suman un centenar de trabajadores , ha sido declarada en concurso de acreedores por el titular del juzgado de lo Mercantil número 1 de Zaragoza.
La declaración se produjo el pasado día 14, pero se ha conocido ahora, tras su publicación en los boletines oficiales. El juez que lleva este procedimiento, Juan Pablo Rincón Herrando, ha confiado la administración concursal a un gabinete jurídico de Zaragoza, la firma Concursos y Reestructuraciones SLP. Siguiendo el trámite habitual para estos casos, a partir de ahora se abre un mes de plazo para que los afectados por impagos de Industrias Monzón puedan personarse y reclamar su inclusión en la lista de acreedores.
Entre esos acreedores podría acabar figurando el Ayuntamiento de Calatayud, que es el propietario de las naves que hace cinco años cedió a Industrias Monzón XXI S.L., para que instalará en Calatayud una fábrica con la que ampliar la actividad de su planta de Ateca y con la que, según se dijo entonces, iba a encarar su expansión en el segmento de fabricación de paneles contrachapados de madera . La implantación de esa empresa en Calatayud se hizo efectiva hace ahora cuatro años, semanas antes de las elecciones municipales de 2015.
Tras un concurso al que solo se presentó esa compañía, el Ayuntamiento le cedió instalaciones de la antigua factoría de pañales de Kimberly-Clark –tras cerrar y abandonar la ciudad, esta multinacional dio sus naves al Ayuntamiento-. El Consistorio fijó un alquiler anual de 100.000 euros, pero en la práctica se contemplaba en realidad un coste cero, al establecerse una bonificación del 100% si la empresa realizaba al menos 40 contrataciones.
El Ayuntamiento destacó en aquel momento la importancia de Industrias Monzón como revulsivo económico para la ciudad, tras el mazazo sufrido con el cierre de Kimberly-Clark. A través de un comunicado, el gobierno municipal subrayó en aquel momento las perspectivas que se abrían con la llegada de Industrias Monzón y aseguró que iba a suponer la «creación de un buen número de empleos de calidad en nuestra ciudad» .
El proyecto echó a andar y, en mayo de 2017, el Ayuntamiento destacó que esta factoría contaba con 60 trabajadores a tres turnos. Así lo indicó tras una visita oficial que giraron a las instalaciones el alcalde, José Manuel Aranda , y su concejal de Industria, Rafael Rincón . «Se trata de la fábrica más potente de su sector en Aragón con una inversión de 10 millones de euros, lo que supone un proyecto afianzado y de gran interés para Calatayud» , destacó entonces Aranda.
Ahora, Ateca y Calatayud quedan pendientes de cómo evoluciona el concurso de acreedores en el que ha entrado esta compañía y en las consecuencias que acaba teniendo en términos de empleo para estas dos localidades de la comarca bilbilitana.
Deuda de 16 millones de euros
La compañía, que ha declarado un activo de 10,1 millones de euros, ha reconocido unas deudas de 16,05 millones de euros , según la documentación que se ha aportado al juzgado. De esos 16,05 millones de deudas totales, 5,88 millones corresponden a créditos bancarios -de 11 entidades- y 6 millones de euros por préstamos reembolsables que en su día recibió del Ministerio de Industria a través del Programa de ayudas Reindus. A proveedores adeuda unos tres millones de euros, y aproximadamente otro millón de euros en concepto de otras deudas, sobre todo con la Agencia Tributaria, así como cotizaciones sociales y salarios.
El despacho madrileño Carles Cuesta Abogados, contratado por Industrias Monzón para asesorarle en el concurso de acredores, ha indicado a ABC que la compañía «lleva trabajando por su viabilidad en los últimos cuatro meses, mientras estaba en preconcurso». «Ha tomado decisiones relevantes como, por ejemplo, el nombramiento de un nuevo director general para introducir una mayor profesionalización en la gestión» y «que elimine las eventuales ineficiencias de un negocio de corte eminentemente familiar», han afirmado las mismas fuentes. Dicen que la empresa «está trabajando por mejorar la productividad» y que pretende plantear «un convenio de acreedores junto con un plan de viabilidad y de pagos», al tiempo que afirman que «salvaguardar los puestos de trabajo» es «una de las prioridades de la empresa». Al mismo tiempo, han indicado que están intentado recabar el «apoyo de los bancos» acreedores, dado el porcentaje de deuda que la empresa tiene con ellos.
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