El hombre que asesinó a su exnovia en Zaragoza fue dejado libre por dos juezas en vísperas del crimen

Rubén Moreno Portero, el hombre de 41 años que el pasado lunes asesinó en un bar de Zaragoza a su exnovia , Soraya Gutiérrez, de 37, fue dejado libre tras haberla amenazado de muerte y pese a que ya le constaban antecedentes por otro caso de amenazas que protagonizó años atrás y del que fue víctima su hermana.

El 5 de febrero, Rubén Moreno entró en casa de su exnovia. Ella se lo encontró al regresar al domicilio, en el que la mujer convivía con su hijo de 6 años –fruto de una relación anterior–. Rubén Moreno la amenazó de muerte y así lo denunció ella.

Horas después, la Policía daba con el acusado, le detenía y lo ponía a disposición de la Justicia.

Apenas 15 días antes de cometer el crimen, Rubén Moreno pasó en dos ocasiones ante sendas juezas . La primera, la jueza de guardia, que no dictó prisión provisional contra el acusado al no ver antecedentes que reforzaran una medida de ese tipo y considerar que no había un riesgo inminente de que consumara sus amenazas de muerte. La segunda, ante otra magistrada que le impuso 14 meses de prisión por amenazar a su exnovia. Pero, por los mismos motivos que la otra juez, esta magistrada tampoco ordenó el ingreso en la cárcel del acusado.

No pesaban sobre él condenas previas que pudieran ser computables para ordenar su ingreso en prisión. Según ha revelado Heraldo de Aragón , la otra causa por amenazas que años antes se había cursado contra él quedó en nada porque su hermana retiró las acusaciones ante los juzgados.

El abogado de Soraya Gutiérrez sí que solicitó el ingreso en prisión de Rubén Moreno porque entendió que había un riesgo notable de que acabara atacando a su exnovia tras amenazarla de muerte el 5 de febrero. Pero esta petición no fue aceptada por los juzgados. La juez tuvo en cuenta también el informe policial, que calificaba de «mínimo» el riesgo, por el hecho de que el acusado vivía a 470 kilómetros de Zaragoza, en Medina del Campo (Valladolid). Al final se le impuso únicamente una orden de alejamiento de 500 metros. A la mujer no se le aplicó protección policial permanente.

En la madrugada del pasado lunes, 22 de febrero, aparecieron los cadáveres de Rubén Moreno y de Soraya Gutiérrez en el bar en el que ésta trabajaba. Él la mató a tiros y luego se suicidó .