Sucesos
Habla la mujer policía que ha sacado del Ebro el cadáver del niño Karim
«Me siento tranquila por esos padres que han recuperado a su hijo, aunque sea muerto», afirma la agente
Una agente de la Policía Local de Zaragoza fue la encargada de sacar del agua el cadáver del niño de 13 años que desapareció entre las aguas del Ebro el sábado por la tarde. Tras días de intensa búsqueda, el cuerpo de Karim fue avistado por varios policías y una agente se lanzó al agua para interceptarlo y sacarlo del cauce.
Fueron momentos duros, pero esta policía asegura que también se siente reconfortada, «tranquila», al saber que ha acabado con la angustiosa espera de los padres del niño. «Me siento tranquila por esos padres que han recuperado a su hijo, aunque sea muerto» , explicó la agente cuando fue preguntada sobre cómo se encontraba tras la amarga experiencia de rescatar el cadáver del niño. La agente compareció en una improvisada rueda de prensa, cerca del lugar donde fue rescatado el cadáver.
El cuerpo del menor lo llevaba la corriente. El tramo en el que fue avistado está muy alejado del punto en el que desapareció el pequeño. De hecho, el cadáver ha sido rescatado aguas abajo del casco urbano de Zaragoza.
«Hemos visto algo que flotaba a unos 300 ó 400 metros» de la orilla en la que se encontraban los agentes. En un primer momento no pudieron distinguir de qué se trataba, pero «el río nos lo ha traído hacia la margen» en la que se encontraban los policías, que entonces sí pudieron confirmar que se trataba del cadáver de un niño.
Los policías tuvieron que actuar con rapidez para evitar que el río se llevara el cuerpo aguas abajo. Los agentes pertenecen a la Unidad de Apoyo Operativo (Uapo), los grupos de intervención especial de la Policía Local de Zaragoza. El oficial que iba en este grupo dispuso el operativo y fue la agente la encargada de lanzarse al agua para interceptar el cuerpo y sacarlo a tierra.
«El acceso no era fácil, pero había una zona con poca corriente por la que me han ayudado a bajar, he visto factible entrar al río y lo he alcanzado nadando», explicó esta funcionaria policial. Solo le dio tiempo de quitarse el cinturón reglamentario. Tuvo que emplearse a fondo para nadar totalmente uniformada, con chaleco y botas incluidas, lo que supone un riesgo añadido.
Ha concluido así la angustiosa y dramática búsqueda del niño, que comenzó a las 18.30 horas del pasado sábado, cuando el pequeño fue engullido por las aguas del Ebro mientras se bañaba en presencia de varios amigos. Había jugado un partido de fútbol poco antes y decidieron acudir al río. Los testigos explicaron cómo se adentró en el agua y, de repente, se hundió. Braceó en un intento por mantenerse a flote, pero el agua se lo tragó y ya no se le volvió a ver, hasta que este miércoles por la mañana su cuerpo fue rescatado aguas abajo de Zaragoza.
En el dispositivo de búsqueda, que se ha prolongado durante más de tres días, han participado decenas de efectivos, entre bomberos –con buzos y especialistas en rescates acuáticos–, Protección Civil, cuerpos y fuerzas de seguridad, e incluso el Ejército, que aportó un robot subacuático . Se realizaron también rastreos aéreos con drones y helicóptero.
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