Sociedad

Alerta de inundaciones en la cuenca del Ebro por la borrasca Elsa

La Confederación Hidrográfica del Ebro lanza un aviso cinco días después de otra riada que inundó 10.000 hectáreas

Riberas inundadas por la crecida del Ebro del pasado fin de semana. Ahora se teme otra por la borrasca Elsa F. Simón
Roberto Pérez

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La cuenca del Ebro vuelve a estar en alerta por inundaciones cuando aún están echando cuentas de los daños ocasionados por la riada que el pasado fin de semana dejó 10.000 hectáreas inundadas . Ahora se teme una nueva crecida provocada por la borrasca Elsa , y hay riesgo de que sea de dimensiones sustancialmente mayores que la vivida hace unos días. Pero en este caso, en principio, la alerta se centra no se centra en el Ebro propiamente dicho sino en un buen número de sus afluentes.

Así lo ha advertido la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que ha transmitido un mensaje de alerta a través de su cuenta oficial en Twitter.

Este jueves por la tarde ha difundido un aviso que, además, afecta a la mayor parte de la cuenca del Ebro. Muy en particular, a afluentes que discurren por las comunidades autónomas de Navarra, La Rioja y Aragón .

«La borrasca Elsa dejará lluvias localmente fuertes, sobre todo en la Ibérica, los Pirineos y Prepirineos», advierte la CHE, que pide extremar la «atención» por el «aumento de caudal» previsto en los afluentes del ebro.

Las zonas con más riesgo

«No se descartan crecidas de carácter extraordinario» , indica la CHE en su aviso, en el que pone el foco especialmente en el alto Ebro y en los afluentes Rudrón, Oca, Oroncillo, Tirón, Najerilla, Iregua y Leza, así como en los ríos pirenaicos que vierten al Ebro desde las provincias de Huesca y Lérida.

El aviso de la CHE también ha disparado la inquietud en los pueblos ribereños del tramo aragonés del Ebro. En especial, entre agricultores y ganaderos, los más expuestos y afectados por las cada vez más frecuentes riadas del Ebro, que llevan años reclamando una limpieza en profundidad de este cauce.

Desde la Asociación de Afectados por las Riadas del Ebro (Asafre) Insisten en que solo así se le puede devolver la capacidad que ha ido perdiendo con el paso del tiempo, desde que dejaron de hacerse ese tipo de limpiezas y dragados. Aseguran que esa pérdida de capacidad es lo que explica que cada vez sean más habituales las riadas y que se produzcan inundaciones con caudales que hace años no provocaban desbordamientos en el Ebro.

En esta ocasión, sin embargo, la CHE ha puesto en alerta más a los afluentes que al propio río Ebro. Según este organismo, «en el tramo medio del Ebro se prevé que se mantengan caudales de magnitud media superiores a los habituales, aunque ordinarios e inferiores al reciente episodio de crecida de esta semana».

Segunda crecida en apenas una semana

La anterior crecida arrancó a finales de la semana pasada. De hecho, aún hay tierras cubiertas por el agua que se desbordó del cauce del Ebro.

El viernes 13 de diciembre se produjeron riadas en afluentes navarros, un episodio que se fue extendiendo después al río Ebro. La punta de esa crecida pasó por Zaragoza capital el lunes. La CHE la calificó como crecida «ordinaria», pero inundó 10.000 hectáreas, según los cálculos del Gobierno aragonés.

En esta ocasión habla de riesgo de crecidas «extraordinarias», y está por ver cómo evolucionará finalmente el caudal de los afluentes, a tenor de las previsiones meteorológicas que auguran intensas precipitaciones por la borrasca Elsa en buena parte de la cuenca del Ebro.

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