Villarejo pide declarar «con la mayor urgencia» en la pieza de los audios de Don Juan Carlos
En un escrito en el que carga contra el juez, asegura haber recibido una oferta para comprometer al padre del Rey
El comisario jubilado y en prisión provisional José Manuel Villarejo ha registrado un escrito ante el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional en el que urge al magistrado Manuel García Castellón a convocarle la próxima semana para tomarle declaración en la pieza «Carol», que contiene los audios en los que Corinna Larsen afirmaba que Don Juan Carlos tenía fondos ocultos en el extranjero.
El escrito solicita que se mantenga la fecha inicialmente prevista, el 7 de septiembre, porque le urge comunicar al instructor una «oferta» que dice haber «recibido» para comprometer al padre del Rey.
«Debo contestar en sede judicial una oferta recibida si desvelo unas supuestas estructuras bancarias de los Emiratos que están convencidos que conozco. Según me transmitieron, con mi testimonio podrían así imputar al Rey emérito y justificar así su viaje a Abu Dhabi. De ahí la urgencia en informar de todo ello a Su Señoría», dice el escrito.
Y añade: «No querría tener que declarar todo ello para el juicio previsto para el día 18 de septiembre apelando a los derechos que me otorga el Tratado de Roma, ya que preferiría hacerlo antes y solo a usted, a Su Señoría».
Redactado en primera persona y firmado el 29 de agosto en la cárcel de Estremera, el escrito carga contra el instructor y le acusa de ser amigo del exdirector del CNI, Félix Sanz Roldán. Considera que la reapertura de la «pieza Carol» y la citación a declarar de Corinna Larsen como imputada por un presunto delito de cohecho es una maniobra para presionarla, dado que es testigo en su favor en el juicio por calumnias que enfrentará a ambos a partir del próximo 18 de septiembre. Ella también lo ve así, según fuentes de su entorno consultadas por este diario.
De Jano al juicio
En ese procedimiento, Villarejo afronta 2 años de cárcel por difamar a Sanz Roldán y por denuncia falsa, precisamente, por haber dicho en televisión que el exdirector del CNI amenazó a Corinna Larsen. Ella, tal y como trasladó al juzgado por escrito en su momento, va a testificar por videoconferencia en el juicio que las amenazas existieron y por tanto, no se habría producido falsedad en las declaraciones del comisario.
En el escrito dirigido a la Audiencia Nacional, Villarejo vuelve sobre este asunto y dice al juez que quiere contarle «los planes» de los que tuvo conocimiento «en la propia sede del CNI sobre el posible secuestro y/o eliminación física de la Sra. Larsen si no se podía recuperar el archivo Jano », un supuesto arsenal de trapos sucios de distintas personalidades que habría estado en poder de la empresaria.
La versión de Villarejo es que Sanz Roldán le encomendó acercarse a Larsen para conseguir esos documentos y que, tras fracasar en el intento, el CNI le declaró la guerra. La versión del que fuera jefe de la inteligencia española, ofrecida en el Congreso en la Comisión parlamentaria de secretos oficiales, es que el comisario obró por su cuenta y riesgo llevando bajo el brazo en su visita a Corinna Larsen informes falsificados.
Por último, la versión de la propia Larsen es que nunca tuvo en su poder archivo comprometedor alguno y que nadie tampoco desde España le comunicó qué estaban buscando porque «de haberlo tenido, lo habría entregado», de acuerdo a un portavoz. Sea como fuere, en aquella visita, en Londres en 2015, se grabaron las polémicas cintas.
La imputación, recurrida
La «pieza Carol» se archivó en septiembre de 2018, apenas tres meses después de abrirse, porque no había más pruebas que lo que Larsen contaba a Villarejo en aquellos audios y en todo caso, los hechos que describía sobre Don Juan Carlos se habrían producido siendo él inviolable como Jefe del Estado.
Sin embargo, el juez Manuel García Castellón acordó el pasado mes de julio reabrir la investigación tras el hallazgo de nuevos audios entre Larsen y Villarejo de los que se desprendería que ella le encargó espiar a una asistente personal. El juez ha llamado a declarar a ambos, así como al amigo de Corinna Larsen que les introdujo, Juan Villalonga; y al socio del comisario en su entramado empresarial, Rafael Redondo, a partir del 28 de septiembre. Ahora ya no se investigan las cintas sobre Don Juan Carlos: el objeto es si ella fue cliente del comisario, como tantos otros imputados que tiene la macrocausa Tándem.
«Que la señora Larsen me comente su indignación al conocer que su empleada de hogar es invitada a comer por el jefe del estado y por el director del CNI, más que reproche penal merecería sentir hilaridad por la patética maniobra empleada por nuestros servicios secretos para conocer supuestos escarceos de una amante real», dice al respecto el propio Villarejo.
Según las fuentes jurídicas consultadas por este diario, no habrá a priori cambios en el calendario de citaciones. En un principio se fijó que Villarejo compareciese el día 7 y Larsen, el día 8, pero a instancia de ella se pospuso tres semanas porque su defensa necesitaba margen para poder acceder al procedimiento y preparar la comparecencia.
En todo caso, tanto la imputación como la reapertura de la pieza están recurridas. La empresaria y el comisario han hecho frente común en este sentido: sostienen que el juez no tiene competencia para abrir una línea así porque ni la supuesta víctima ni la Fiscalía Anticorrupción han presentado querella. Niegan además que pudiese haber cohecho dado que cuando se grabaron las cintas que ahora son objeto de investigación, en octubre de 2016, él ya estaba jubilado de la Policía.
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