La vicepresidenta Calvo resiste señalada en mitad de un fuego cruzado
El Gobierno de coalición se aproxima a los primeros dos meses con importantes incendios a su espalda y tras una semana desgarradora
No ha sido una semana sencilla para la vicepresidenta primera del Gobierno. Carmen Calvo se ha visto envuelta en un fuego cruzado. Señalada por Unidas Podemos y «víctima», dicen personas que la arropan en el PSOE, de las «ambiciones» del gabinete del presidente por el control de la acción del Gobierno . La pugna por la ley de libertad sexual ha enfrentado públicamente a los integrantes de la coalición. Las acusaciones de machismo al ministro de Justicia por parte de Pablo Iglesias y Pablo Echenique, por haberse cuestionado el contenido del primer borrador, fueron la punta del iceberg de la desconfianza.
En el seno del Gobierno, recuerdan: «Fue Igualdad quien empezó esta pugna filtrando que Justicia bloqueaba la ley». Cuando, defienden, se trata de un proceso «evidente» que una reforma con afectación al Código Penal tenga una revisión transversal, no solo por el Ministerio de Justicia. Y ahí entra la vicepresidenta primera como coordinadora de la acción legislativa . Un miembro del Gobierno, de los que ocupan una de las denominadas carteras de Estado, intenta justificar a Calvo: «El texto inicial de Igualdad era muy malo».
¿Ha quedado entonces debilitada la vicepresidenta primera tras la crisis del Ejecutivo esta semana? Existe división de opiniones en el seno del Ejecutivo y en sus niveles intermedios. La formación de Pablo Iglesias, que desde las fracasadas negociaciones del verano ha trasladado problemas de interlocución con Calvo, la señala ahora como obstáculo para la armonía de la coalición. Y la ven muy debilitada.
Redondo y Bolaños
Una persona con asiento preferente en la dirección federal del PSOE defiende a Calvo y considera injusto el trato recibido. Y apunta a que los mayores errores han venido del plano de la comunicación. «El proceso de revisión de una ley es normal . Llamar machista a un compañero de gabinete en los medios no lo es», manifiesta esta persona como crítica a Iglesias. Y ahí se apunta también a la figura de Iván Redondo y de su número dos en La Moncloa, Félix Bolaños, porque «son ellos» los que deben pilotar la comunicación con Unidas Podemos.
Como vicepresidenta primera del Gobierno, la coordinación del Ejecutivo es su competencia. Pero también es igual de cierto que existe un choque de atribuciones en ese aspecto. Y es que tras la formación del Gobierno, el papel de Redondo y Bolaños se vendió como «reforzado». Con ambos teniendo entre sus competencias la planificación gubernamental. Una persona del Gobierno remite al BOE en el que se plasmó la estructura de la presidencia del Gobierno y en el que se otorgaba a Bolaños , y por extensión a Redondo, un departamento específico para «la planificación y seguimiento de la actividad gubernamental y el control de la programación y la implementación de la actividad gubernamental». Redondo con Juanma del Olmo, director de Estrategia y Comunicación en la Vicepresidencia de Iglesias, y Félix Bolaños con Ione Belarra, secretaria de Estado también en el ministerio del líder de Podemos, son dos parejas clave en la relación entre los socios del Ejecutivo. «Ellos son más responsables de la relación con Podemos», dice un ministro socialista. En el entorno de Calvo aseguran que no tiene «ningún problema» con Iglesias. En Unidas Podemos se ve la cuestión de forma diferente. Y lo cierto es que el foco de esta crisis se pone en ella.
Papel de Sánchez
Otras personas apuntan también a que «parece evidente» que en esta etapa «ha perdido parcelas de poder» y que ahora tiene muchos contrapesos, cuando en los primeros pasos del Gobierno Sánchez su rol era incuestionable. Al haber perdido la cartera de Igualdad todo el foco en la coordinación legislativa. «Miente quien diga que no quería que saliese la ley de Igualdad», la defienden en su entorno. Donde aseguran que lo que hizo fue «remangarse» para que el texto saliese «en el tiempo y la forma» que había marcado el presidente. Defienden que la relación con Sánchez no ha cambiado y que «el papel que tenía es el que sigue teniendo». Desde el PSOE, de manera general, se defiende el papel desempeñado por la vicepresidenta. Y se denigra el «relato fácil» de atribuirlo todo a una actitud revanchista de Calvo por haber perdido las competencias de Igualdad. El clima general en el partido es que ni es justo ni es verdad que ella sea la culpable de la actual situación, pero sí remarcan que «tiene muchos enemigos» y que no se ha defendido bien en términos de opinión pública. Uno de los ministros que lleva con Sánchez desde 2018 rechaza plantear que Calvo haya quedado debilitada tras esta semana, aunque sí le atribuye errores en su trayectoria: «Para nada. Fue mucho peor lo del relator que lo de esta semana».
Desde una región importante donde el PSOE gobierna también se la avala: «La razón la tiene ella». Otras fuentes gubernamentales, sin embargo, critican el movimiento de Calvo para «intentar parar» la ley de Irene Montero en la semana del 8-M. Lo que provocó, según estas fuentes, una intervención de Sánchez para garantizar que se aprobase al día siguiente. Quienes ven a Calvo debilitada aseguran que Sánchez se ha dado cuenta de que no es la persona adecuada para coordinar la acción legislativa porque «quien tiene que ser pegamento ha puesto palos en la rueda». algo que se niega en el entorno del presidente.
Lo que sí descartan varias fuentes es que Redondo e Iglesias estén practicando una pinza sobre Calvo . Se recuerda el enfrentamiento del pasado verano cuando la repetición electoral tenía, en la estrategia de La Moncloa, el objetivo de destruir a Podemos. Se ve más bien que ambos aprovechan el hecho de que ahora Sánchez interprete que la coalición es lo mejor en estos momentos y que «una vez que Calvo se ha equivocado, Iglesias se ha enfadado y Sánchez intenta aprovecharlo». Estas fuentes apuntan a la «buena relación» en estos momentos entre Sánchez e Iglesias como eje sobre el que se sustenta la coalición.
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