Todo por la calle de Alcalá

El presidente de Ciudadanos intervino por tercera vez en el Foro ABC, esta vez reafirmando su figura en el Sanchezato

Rivera, junto a Catalina Luca de Tena, Santiago Bergareche y Rafal del Pino Ernesto Agudo
Rosa Belmonte

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No estaban muy lejos Albert Rivera y Quim Torra ayer por la tarde. El primero, en el Casino de Madrid, Alcalá 44, para intervenir en el Foro ABC. El segundo, en el Centro Cultural Blanquerna, Alcalá 15, dando la rueda de prensa posterior a su reunión hipotecaria para calcular el TAE con Pedro Sánchez. Aunque ideológicamente estén uno en el Polo Norte y el otro en el Polo Sur. Es verdad que Rivera (como usted y como yo) es una bestia con forma humana, pero también que dice Girona y Lleida cuando habla en castellano. ¿Tú también, Albert?

Las puertas del Casino parecían Dresde. La ministra Calvo dirá que a España ha vuelto el color (parece Mocedades: «quién dará a tu casa color y a tu lecho, calor, quién te hará el amor»). Pero de lo que no nos libramos es de las obras que hacen de Madrid una ciudad antipática. Ministros no había ninguno en el Foro ABC con Rivera, ese surfista que hace un mes estaba a punto de coger la gran ola cuando vino un tsunami. Es posible que Rivera quedara más en shock que el PP con la llegada del Sanchezato. Pero ahora está en acción otra vez. El domingo, bajo la solanera de Palma con Manuel Valls; el lunes, en Ana Rosa (bueno, en «El programa del verano», que ella está de vacaciones), y también en el Foro ABC. Esta semana se va a Sevilla. Eso además de los plenos del Congreso (se volverán a ir del Hemiciclo cuando voten, o lo que sea, al resto del consejo de RTVE).

Albert Rivera estuvo acompañado de los suyos. José Manuel Villegas, Fernando de Páramo (sin sahariana, con una pulsera gigante naranja como la de Rivera), Miguel Gutiérrez, Ignacio Aguado, Begoña Villacís o Marta Rivera de la Cruz. Villacís competía con Vicente Cebrián (de Bodegas Marqués de Murrieta) y María Castiella, jefa de Gabinete de Rivera, en morenez. Eran los más negros del lugar. Acabo de citar a tres mujeres, per o lo cierto es que el acto se podría haber llamado «Hombres» , como la novela de Angelika Schrobsdorff. Eran mayoría. Empezando por los patrocinadores, Fernando Ruiz, de Deloitte, y Rafael del Pino, de Ferrovial. Otros señores eran el presidente de la Comunidad de Madrid Ángel Garrido, Eduardo Serra, ex ministro de Defensa, Alejo Vidal-Quadras o el eminente arabista Serafín Fanjul. También estaba Carlos Chaguaceda, el nuevo responsable de Comunicación del Museo del Prado. Uno de los pocos cargos nuevos que había en el Casino para escuchar a Rivera llamar a Pedro Sánchez «presidente chollo para nacionalistas y populistas» . O para escucharlo soltar algunas de las frases preparadas en su muy fluido discurso. Por ejemplo, [del nuevo Gobierno] «Venían a cambiarlo todo y han cambiado a todos». O del triunfo de Ciudadanos en Cataluña: «No les hemos ganado pidiendo perdón sino pidiendo paso». Como lugar común, también apuntó al apaciguamiento con el independentismo y, lógicamente, a Churchill frente a Chamberlain. Pero también a Cameron (mal) y a Macrón (bien).

No quiso contestar Albert Rivera qué candidato del PP prefiere que gane, si Soraya Sáenz de Santamaría o Pablo Casado. «Si se lo dijera, lo mato». Como le pasa a Aznar. Lo curioso es que ahora mismo es de eso de lo que más se habla. El otro día, después de Obama, habló Rivera en la Cumbre de Innovación Tecnológica y Economía Circular organizada por la Advance Leadership Foundation, esa cosa que tuvo lugar en el hotel Marriot Madrid Auditorium, también llamado hotel Quinto Pino cuando llegan los Goya (para 2019 se los han llevado a Sevilla). Ese hotel donde Sánchez fue a ver a Obama como una fan a Luis Miguel (según la ministra Menchu, una «reunión cordial de dos personas que saben mucho sobre cómo puede dirigirse un país»). ¿Y por quién se interesaron los periodistas en la Cumbre de Innovación etcétera? ¿A quién rodearon con los micrófonos? A Pablo Casado. ¿Por qué preguntan a Ángel Garrido? Por si es de Cospedal. Y de quién será en el Congreso Extraordinario del PP que se celebrará los días 20 y 21 de julio. ¿Dónde? En el hotel Quinto Pino, que también fue el lugar donde Cristina Cifuentes fue proclamada presidenta frente a Luis Asúa. ¿Quién es Luis Asúa? ¿Quién es Cristina Cifuentes? Ojalá todo tuviera lugar en el Casino de Madrid de la calle Alcalá, pese a las obras. O en Blanquerna.

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