Sánchez evita un nuevo pulso con ERC a las puertas de los PGE y asistirá a la mesa de diálogo

La reunión se celebrará este miércoles en Barcelona. Tras apuntar en la dirección contraria, el Gobierno acude a la cita representado por el presidente en un intento por rebajar la tensión tras romperse el acuerdo para ampliar El Prat

Reclama a las fuerzas independentistas que abandonen la idea del referéndum: «Si vamos a un programa de máximos la conversación va a durar poco. No podemos trasladar a la ciudadanía un desacuerdo».

Con intriga y dejando una vez más claro que no le van a gestionar los tiempos. Pedro Sánchez asistirá mañana miércoles a la mesa de diálogo en Barcelona. El presidente del Gobierno liderará la delegación del Gobierno central con la Generalitat de Cataluña. Haciendo lo contrario que varios de sus colaboradores habían dado a entender, y pese a que su agenda semanal estaba ya muy saturada.

En la noche de ayer, durante una entrevista en TVE, Sánchez desveló el misterio que el propio Gobierno había construido sobre su presencia. Sánchez explicó que su intención es demostrar que es posible «encontrar un nuevo tiempo» de relación entre el Gobierno y la Generalitat tras el pulso unilateral independentista de 2017. Insistió en su «apuesta por el diálogo y el reencuentro» .

El Gobierno apuesta a un tiempo prolongado hasta que puedan cristalizar acuerdos concretos. Incluso parece improbable pensar en acuerdos en lo relevante al «conflicto político» en el que los independentistas solo reivindican la amnistía y la autodeterminación. Pero el Gobierno defiende que solo la existencia de esa mesa y otras decisiones como los indultos ya constituyen por sí mismas elementos de mejora de la realidad catalana: «La situación en Cataluña es diametralmente distinta de la que nos encontramos en 2107 o 2018» . Sánchez compara la situación actual con el momento en el que llegó al poder y estaba «Barcelona en llamas».

El presidente se atribuye el haber reducido «la distancia afectiva con los catalanes» y se mostró convencido de que «lo estamos logrando». La presencia de Sánchez en Barcelona pretende evitar un conflicto con ERC, tras el choque frontal por la ampliación del aeropuerto de El Prat . Y es que el Gobierno, dijo Sánchez, quiere llevar los Presupuestos al Congreso de los Diputados en las próximas semanas. Y contrariarse con la formación de Oriol Junqueras en estos momentos no es el mejor argumento para la negociación presupuestaria .

Pocas expectativas

Pocos minutos después de que Sánchez anunciara su presencia en la «mesa de diálogo» y que esta se celebrará el miércoles, la Generalitat de Cataluña confirmó oficialmente la fecha del encuentro y que se llevará a cabo en Barcelona. Desde el Govern apuntaron que antes de la reunión, Sánchez y Pere Aragonès , el presidente autonómico, se verán sin los respectivos equipos «para reprender el proceso de negociación».

«Este encuentro servirá para situar los objetivos y la metodología de la mesa para la resolución del conflicto político, que se reunirá después», señalaron desde la Generalitat. En las «próximas horas» se conocerán los representantes autonómicos en la «mesa de diálogo», añadieron. Serán representantes de ERC y Junts ya que el Govern lo forman los dos partidos independentistas.

La decisión de Sánchez supone un tanto de Aragonès en su relación con Junts , pues ERC considera este foro -que no está regulado legalmente- el más importante políticamente para afrontar lo que consideran «la confrontación con el Estado», que los de Aragonès quieren encauzar negociando con el PSOE y los de Carles Puigdemont (Junts) por vía de actos unilaterales. Siempre con la mirada fiscalizadora de la CUP desde cerca.

Un día antes de que se celebre la reunión en Barcelona todavía se desconoce el orden del día de la misma, otro punto de fricción entre las dos delegaciones. Aragonès mantiene la esperanza de que de la «mesa de diálogo» salga un acuerdo con el Gobierno para la celebración de un referéndum de independencia en Cataluña -pese a que el Tribunal Constitucional ya ha cerrado la puerta- y algún tipo de norma que suponga la amnistía judicial para los condenados y en procesos activos secesionistas implicados en el ‘procés’.

En Junts, por su parte, no creen que se pueda llegar a un acuerdo en estos términos. De hecho, Sánchez lo recordó anoche durante la entrevista: « El referéndum está fuera de la agenda , por supuesto, pero no es solo que esté fuera de la Constitución. Es que lo que sea España lo hemos de decidir entre todos».

El Gobierno insiste en que es propenso a hacer concesiones. Cree que lo ha demostrado con los indultos y quiere demostrar su voluntad a través de los Presupuestos. Pero mantiene que la autodeterminación es una línea roja. «El referéndum no solo es que esté fuera de la Constitución, es que no es lo que necesita Cataluña en este momento, más fracturas», dijo el presidente. Sánchez recordó que «de 45 puntos» que siempre ha reclamado el independentismo «44 tienen una respuesta afirmativa, y solo uno negativo, que es el referéndum. Apostemos por avanzar en las cosas en las que nos podemos encontrar más cerca». Sánchez insiste en que no hay posibilidad de referéndum, ni siquiera consultivo. Insistiendo en que solo procederá una votación si se produce un acuerdo entre el Gobierno y la Generalitat. Aunque la forma de ese acuerdo sigue sin definirse: «Si vamos a un programa de máximos la conversación va a durar poco. No podemos trasladar a la ciudadanía un desacuerdo».

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