Sánchez evita decir si está con las víctimas de ETA o sus verdugos pero presiona al PP con el cordón a Vox

El líder socialista tampoco contesta a Abascal sobre las medias a tomar para bajar los precios de la energía

«Le ha llegado la hora de la verdad, tiene que decidir si gobierna con la ultraderecha o no», señala el jefe del Gobierno a Casado

La AVT rompió con Instituciones Penitenciarias por tratar igual a víctimas y verdugos

El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, este miércoles en el Congreso junto a la ministra de Economía, Nadia Calviño EFE
Ana I. Sánchez

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Hacía ocho semanas que el jefe del Gobierno, Pedro Sánchez , no se sometía al control del Congreso de los Diputados . Pero ni siquiera esta deuda le llevó este miércoles a contestar a las preguntas planteadas por el líder de la oposición, Pablo Casado . La fundamental de ellas, si el líder socialista está con las víctimas de ETA o con sus verdugos .

Sánchez hizo oídos sordos y dio la callada por respuesta después de que ayer mismo y en el mismo escenario, el PSOE echara abajo la proposición de ley del PP para impedir que los etarras condenados puedan acceder al tercer grado sin haberse arrepentido de sus crímenes y sin colaborar con las autoridades en los casos pendientes de resolver.

Casado reiteró la pregunta. Sánchez siguió sin contestar. Finalmente, el líder del PP cerró su intervención subrayando que su partido está con las víctimas y que no podría «dormir tranquilo» estando del lado de los verdugos.

El líder socialista contraatacó a Casado con la renovación del Consejo General del Poder Judicial y, por supuesto, con Castilla y León. Sánchez reiteró su oferta para establecer un cordón sanitario a Vox y le exigió una decisión . «Le ha llegado la hora de la verdad, tiene que decidir si gobierna con la ultraderecha o no», subrayó.

Sánchez relató a Casado unas condiciones que ya adelantó ayer en el Senado a sabiendas de que no son aceptables para el PP. «Estamos dispuestos a ayudar, pero tiene que hacer lo siguiente: en primer lugar, tiene que pedir ayuda; en segundo lugar, tiene que explicar por qué la ultraderecha no puede entrar en los gobiernos y, en tercer lugar, tiene también que decirnos si es para todos los días, si es para siempre y en todos los territorios», subrayó.

El líder socialista lanzó estas condiciones en su último turno de intervención frente a Casado, cuando éste ya no tenía turno de réplica y no podía contestarle. Un nuevo indicio de que más que una oferta al PP, Sánchez está planteando una coartada para sí mismo ante el electorado de izquierdas. Una fórmula para defender que intentó evitar que Vox entrara en el gobierno de Castilla y León cuando, realmente, no está haciendo todo lo posible por evitarlo.

De hecho, minutos después, uno de los socios preferentes del Gobierno, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, reprochó al socialista la tentación de dejar que Vox se coma al PP. Y aún después, en los pasillos, Rufián tachó la propuesta de Sánchez a los populares de simple «recurso político y argumentativo», poniendo en duda que vaya a hacerse realidad.

Y dentro del Gobierno, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, también ha pedido más y ha considerado que «la peor noticia» es que Vox pueda entrar en el gobierno de Castilla y León. «Me gustaría que tuviéramos un país en el que el cordón democrático, que no sanitario, se impusiera», ha señalado.

La oferta de Sánchez al PP también pone en evidencia sus propias decisiones en el pasado ya que, como informa Juan Casillas , el expresidente de Ciudadanos, Albert Rivera , le ofreció la abstención de su formación si rompía con el partido de Arnaldo Otegi en Navarra y rechazó esta opción.

Sobre la presión del socialista para que el PP acuerde la renovación del CGPJ, Casado replicó que el acuerdo se puede alcanzar «hoy mismo» si Sánchez acata las recomendaciones de la Unión Europea y permite «que los jueces elijan a los jueces».

Abascal: «factura de luz y menos demagogia»

La sesión de control continuó con un cara a cara entre el presidente de Vox, Santiago Abascal , y Sánchez en el que el socialista volvió a seguir la misma estrategia y dejó sin contestar la principal pregunta que le formuló el primero: «¿qué medidas piensa acometer el Gobierno para terminar con esta dependencia energética que está empobreciendo España y arruinando a los españoles?».

Sánchez volvió a irse por las ramas y reaccionó atacando al líder de Vox por reunirse recientemente en Madrid con el primer ministro húngaro, Viktor Orban , y la líder del partido francés de extrema derecha Agrupación Nacional, Marine Le Pen . Sobre el primero recordó sus leyes homófobas y sobre la segunda su antieuropeísmo. Sánchez también echó en cara a Abascal su alianza con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro , por estar en contra de las vacunas del Covid-19.

A partir de aquí, Sánchez acusó a Vox de ser un partido que va contra la ciencia y defendió la importancia de luchar contra el cambio climático. Pero no citó ni una sola medida para combatir la carestía de los precios energéticos. Al contrario, apostó por hacer un «esfuerzo entre todos».

Abascal insistió en sacar los colores al líder socialista por los problemas que «importan a los españoles». «Factura de luz, gas y diésel, menos demagogia», cerró su segundo turno Abascal, de nuevo sin obtener respuesta.

Sánchez aún tuvo un turno más de intervención frente a Rufián, al que sí contestó cuando éste le preguntó si «¿piensa que está cumpliendo con los objetivos sociales del pacto de legislatura?». El líder socialista contestó afirmativamente reconociendo «dificultades».

El cara a cara también fue tenso entre ellos ya que Rufián exigió a Sánchez que ponga sobre la mesa «políticas de izquierdas» advirtiendo que eso no es aprobar «una reforma laboral aplaudida por Ana Patricia Botín». Estas palabras de Rufián han sentado especialmente mal a Sánchez que ha contestado al republicano con un «a mí no me da nadie carnets de izquierda y menos ustedes». A partir de aquí, el socialista ha advertido a ERC que descalificar la reforma laboral no es insultar al Gobierno sino a los representantes de los trabajadores que la han firmado.

El portavoz republicano también cargó contra Sánchez por tener la tentación de dejar de lado la mesa de diálogo y le advirtió de que cuando la izquierda «fracasa» gobierna la derecha.

«Quien crea que si la mesa no funciona sólo perjudica o desgasta al independentismo, se equivoca; el fracaso de la mesa es también el fracaso de la izquierda española», advirtió. El socialista negó la mayor y aseguró que su mano estará «siempre» tendida para la mesa de diálogo y recordó la próxima reunión de la comisión bilateral. Según Rufián, solo resolviendo el conflicto político que existe en Cataluña quizá «evite hacer las maletas en Moncloa».

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