Rivera sube el tono y ataca al PP como Podemos: «M. Rajoy»
Los populares acusan al líder de Ciudadanos de querer reforzar a Sánchez y no se fían de sus pactos
La pugna entre PP y Ciudadanos (Cs) por el centro-derecha se encona. A partir del 27 de mayo ambos deberán ponerse de acuerdo si tienen la posibilidad de gobernar e impedir que lo hagan PSOE y Podemos, pero a día de hoy el tono se recrudece . Albert Rivera fue ayer el último en elevarlo y se valió del célebre «M. Rajoy» de Podemos para atacar a los populares por sus casos de corrupción.
«El señor M. Rajoy debería pensar por qué han pasado de 186 a 66 escaños», dijo Rivera en un desayuno de Nueva Economía Fórum, en alusión a los papeles de Bárcenas en los que figuraban esas iniciales. Una treta utilizada ya por Podemos para vincular al expresidente del Gobierno con el caso Gürtel, pese a que nunca ha estado investigado en esta causa.
A escasos días de las elecciones del 26-M, los dardos son constantes en una y otra dirección . No gustó a Rivera que Rajoy se refiriese a los suyos como «bisagra», condición que los liberales se esfuerzan por abandonar, ni que el expresidente los comparara con UPyD, ya al borde de la extinción.
Si en 2015 Cs se conformaba con entrar en las instituciones y dar apoyo externo a los gobiernos en pro de la estabilidad, ahora quiere entrar en ellos e incluso liderarlos . Fuentes de la dirección liberal apuntan de hecho que en la Comunidad de Madrid y en Valencia sus encuestas internas les sitúan ya en un empate técnico con el PP, al borde del «sorpasso».
Pactos «incoherentes»
En el PP no se fían de las intenciones de Ciudadanos después del 26-M . En la dirección nacional creen que los de Rivera pactarán con la izquierda o con el centro-derecha, según les parezca mejor en cada región o ayuntamiento, pero sin un criterioideológico «coherente». Los populares ven así en riesgo algunos de sus feudos tradicionales, como Castilla y León , donde no descartan en absoluto que Ciudadanos acabe sellando un pacto del abrazo con el PSOE.
Ciudadanos ha pasado a ser el objetivo principal del PP en esta campaña electoral , para recuperar parte del espacio de centro que le ha pisado, pero también para subrayar un liderazgo de la oposición y del centro-derecha que los populares se ven obligados a reclamar de forma constante.
Desde el PP se acusa a Rivera de reforzar al «sanchismo» con sus ataques al partido de Casado, y de «renunciar a hacer oposición al PSOE, para hacer oposición a la oposición». «Lleva camino de estar 17 años como líder de su partido sin ganar unas elecciones, y todavía quiere dar lecciones», recuerdan en el PP.
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