Reabren el caso de la muerte de un cabo de Infantería de Marina 21 años después, cerrado por suicidio
«Un zurdo no puede pegarse un tiro en el lado derecho de la cabeza», sostiene su padre, que dice que fue un asesinato
Lleva 21 años luchado por esclarecer el honor y la muerte de su hijo, considerada un suicidio, y ha conseguido que se investigue de nuevo lo que él califica abiertamente de «asesinato». Se llama Pedro José Corujo, tiene 80 años, y ha recuperado la ilusión. Todo ello se debe a que el titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Las Palmas de Gran Canaria dictó a finales de junio la reapertura de las diligencias previas en el caso de la muerte del gijonés Pedro José Corujo Uría, cabo de la Policía Naval de Infantería de Marina. Así lo relata hoy El Comercio.
Los hechos ocurrieron e l 1 de septiembre de 1999 cuando su hijo apareció con un tiro en la cabeza en los servicios de la tropa de la Comandancia de Marina de Las Palmas de Gran Canaria. El caso fue sobreseído al mes, al concluir la investigación que se trató de un suicidio. Su padre ha mantenido todo este tiempo que eso no pudo ser porque conocía a su hijo y porque, además, «un zurdo cerrado como él no puede pegarse un tiro en lado derecho de la cabeza», mantiene contra viento y marea.
Aunque las diligencias se han abierto y cerrado en varias ocasiones «al no resultar autor conocido o no estar debidamente acreditada la perpetración de los hechos que dieron lugar a su incoación», él no cesa en su empeño, aunque explica que se ha llevado muchas desilusiones.
Alude a que la tragedia obedeció a «una trama de asesinato vinculada a la desaparición de una gran cantidad de cocaína que se custodiaba en el Arsenal de Las Palmas y que implicaría a varios mandos militares, desde un cabo a un teniente coronel».
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