Rajoy alerta de las tensiones en el PP y pide al sucesor contar con sus rivales
Feijóo, Santamaría y Cospedal miden sus fuerzas internas antes de anunciar su decisión para un congreso que se celebrará los días 20 y 21 de julio
El Partido Popular empezó ayer la cuenta atrás hacia el congreso extraordinario , y urgente, que deberá elegir a su nuevo líder, tras el anunciado adiós de Mariano Rajoy. La carrera por la sucesión ha empezado, y en primera línea aparecen como principales favoritos Alberto Núñez Feijóo, Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal . Ninguno de los tres ha confirmado, ni ha desmentido, sus intenciones, y todos ellos miden sus fuerzas estos días antes de lanzarse a la competición interna. El aún presidente del partido, que quiere actuar como árbitro imparcial en todo el proceso, envió ayer un aviso a los suyos sobre las tensiones internas que pueden desatarse y pidió al ganador que cuente con sus rivales en el futuro.
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La Junta Directiva Nacional del PP se reunió ayer en un hotel madrileño, a buena distancia de la sede de Génova, justo el día en que una nueva sentencia sobre la Gürtel caía sobre el partido. Los populares, unos 500 cargos, se reunieron para aprobar la fecha del congreso de la renovación, los días 20 y 21 de julio, y fijar los plazos para las candidaturas. Todas las miradas se centraron en Feijóo, en primera posición en la encuesta que publicó ayer ABC . El presidente gallego aseguró que no anunciará su decisión hasta que se abra el plazo oficial, el lunes 18, hasta el miércoles 20. Lo que no dejó de ser una pista. La presidenta del Congreso, Ana Pastor, muy cercana a Rajoy, no necesitó decantarse por ninguno de los aspirantes, pero quiso estar cerca de Feijóo.
La encuesta
El presidente de la Xunta de Galicia había leído la encuesta de ABC a primera hora, y este periódico le preguntó por ella. « No sé si es bueno o malo aparecer en primera posición ...», se limitó a comentar.
Sáenz de Santamaría no esquivó tampoco a los medios de comunicación, aunque intentó poner gesto neutral cada vez que se le preguntó por su candidatura. La exvicepresidenta tienta el terreno resbaladizo que pisa, el del partido, calcula sus apoyos y se rodea de los ministros de Rajoy, como Fátima Báñez, Cristóbal Montoro o Álvaro Nadal. El expresidente reivindicó ayer la labor de ese Gobierno y dejó bien claro a los suyos que ese es el camino que debe seguir en el futuro.
Santamaría intentó apuntarse el primer tanto al explicar con detalle las enmiendas que ella y sus exministros colaboradores habían introducido en el Senado, junto al Grupo Popular, a costa de lo pactado con el PNV. Fue su primer mensaje a los militantes . Respecto a su segunda posición en la encuesta de ABC, en el entorno de la exvicepre- sidenta se expresó su convencimiento de que podría tener más apoyo del que aparece reflejado.
Cospedal está actuando con mucha más discreción. Esquivó a los periodistas, evitó decir nada sobre su posible candidatura («ahora no es el momento») pero, eso sí, fue la que apareció en la foto junto a Rajoy, como secretaria general del PP.
Mientras, muchos cargos del PP reclamaron una sola candidatura de integración , que evite una pelea interna y los obligue a tener que elegir un bando. Algunos, como Alfonso Alonso, confirmaron sin ambigüedad que no tienen ninguna intención de presentarse. Y otros, como el exministro Íñigo de la Serna, prefirieron callarse cuando se les preguntó por su opción.
En el PP muchos se temen que el proceso que se inicia ahora por la sucesión de Rajoy, sin designaciones a dedo ni preferencias conocidas del actual presidente, pueda abrir una grieta en el partido . Ante esa posibilidad, Rajoy aprovechó ayer su intervención ante los suyos para advertir de que el proceso de elección de un nuevo liderazgo en el partido «es cualquier cosa menos fácil». «Es algo delicado, que puede generar tensiones lógicas, y por eso no conviene dejar abierto ese proceso de forma prolongada en el tiempo», advirtió.
Rajoy reconoció que ante un congreso así, en el que el PP estrena el sistema de elección a doble vuelta , con intervención directa de los militantes inscritos, se puede plantear, «o no», una «competición natural y sana». Debemos actuar con más responsabilidad que nunca», pidió, para que el partido esté al final «más unido que hoy».
El presidente del PP hizo varios llamamientos de ese tenor a los posibles aspirantes, que le escuchaban en la sala, a su lado o en primer fila frente a él: «Sean cuales sean las decisiones que unos y otros adoptéis en los próximos días, estoy absolutamente convencido de que solo estarán dictadas por vuestra vocación de servicio y por el bien de nuestra formación política».
Rajoy ha querido quedar al margen de esas decisiones «personales». Los tiempos del «dedazo» en el PP han quedado atrás, y el expresidente del Gobierno parece empeñado en que se vea el cambio de talante entre él y su antecesor, José María Aznar , cada día más distanciado del PP. Solo intervendrá en el proceso de sucesión como moderador, para dar consejos como estos: «Espero de vosotros un debate de altura, con grandeza» y «es inevitable que hablemos de unos candidatos y de otros, pero hagámoslo comparando méritos y virtudes y no señalando carencias y defectos».
Independencia del PP
« Seamos constructivos », pidió Rajoy, que envió el mensaje más directo a los contendientes: «Gane quien gane, al día siguiente deberá contar con sus rivales, si los hay, porque necesitará las manos, la experiencia y la energía de todos. Gane quien gane, vamos a ganar todos».
Este penúltimo discurso de Rajoy ante los suyos -el último se espera para el congreso extraordinario- tuvo más consejos y advertencias. Pidió a todos que defiendan la independencia del partido, porque « nadie de fuera tiene derecho a dictarle al PP lo que debe hacer ni quién debe ser el líder».
Rajoy remarcó que en estas casi seis semanas que quedan hasta el congreso no va a señalar a nadie con el dedo, ni tampoco va a vetar a nadie. «No tengo ni sucesores ni delfines, a nadie podría distinguir con una preferencia, porque sería una injusticia con los demás».