El PSOE ve las elecciones más cerca tras el duro choque con Podemos

La alusión de Iglesias al terrorismo GAL contra Felipe González hace casi imposible retomar el diálogo

Pedro Sánchez, ayer, en su escaño del Congreso Ängel de Antonio

GABRIEL SANZ

Pedro Sánchez salió anoche del Congreso con algo peor que una primera derrota en su deseo de ser investido presidente del Gobierno: el convencimiento del PSOE y de todos los actores políticos de que seguirá siendo imposible, incluso después de la segunda votación, mañana.

Porque, si algo quedó claro conforme iba transcurriendo la jornada es que Sánchez y Albert Rivera afianzaron ayer su alianza tanto como se alejan de Podemos, Compromís e IU, y del PP, respectivamente. La sonrisa de Rajoy durante buena parte de la jornada fue sintomática .

Particularmente agrio resultó el enfrentamiento entre Sánchez y Pablo Iglesias , que acabó con el de Podemos atacando al símbolo vivo más importante del partido, Felipe González : «Tiene las manos manchadas de cal viva» , en alusión al terrorismo de Estado de los GAL en los años 80. Palabras mayores.

Los 90 escaños socialistas son contiguos a los 65 de Podemos, y ahí se pudo oír de todo. «¡Fuera!», «ésta es la nueva política» o «¡venga hombre!» , fueron las expresiones mas suaves dirigidas a Iglesias que se encaró de escaño a escaño con ellos.

El griterío hizo que el presidente del Congreso, Patxi López , parara el debate. Pero cuando se reanudó, ya nada era igual. Iglesias había traspasado los límites de lo tolerable, a ojos del PSOE.

No a gobernar con ERC

Sánchez optó por no hacerle el juego, se limitó a defender escuetamente la memoria de González y se centró en detallar a los votantes de Podemos la lista de las cosas que no van a poder tener desde la próxima semana por la postura de Iglesias: desde un plan de emergencia, hasta la derogación de la reforma laboral .

Y una vez rotos todos los puentes, ya no tenía sentido mantener la ficción de que intenta atraerse más votos para un «gobierno de izquierdas». «Lo que hay es mayoría para el cambio» , insistía el candidato.

Fue chocante ver, en este sentido, al candidato socialista rechazar con vehemencia el «gobierno de izquierdas» hasta cuando el portavoz de DiL, Francesc Homs , le espetó que sí es posible mientras era aplaudido no solo por sus ocho diputados sino por los de Podemos, ERC , Compromís e IU. Nada.

«No dan los números, salvo que usted quiera hacer recaer la gobernabilidad de España en un partido como ERC» , replicó el socialista por enésima vez. «Fuera de la ley no hay nada, solo el arbitrio del mas fuerte». Y al propio Joan Tardá , de ERC, le respondió a su proclamación de la república catalana: «No abandonamos la esperanza de que Cataluña siga en España con otro marco que reconozca su singularidad y su vocación de autogobierno».

Cuando protagonizó esas intervenciones, Sánchez llevaba ya horas de debate, particularmente duros los protagonizados con Rajoy e Iglesias. Al jefe del Ejecutivo le espetó: «Si hubiera tenido coraje y valentía política, debería haber estado aquí hablando y no sentado en su escaño. Ese es su mayor fracaso, su renuncia. Este debate es la viva prueba de ese fracaso» .

Políticamente, sin embargo, lo más relevante fue su enfrentamiento, uno por uno, con los portavoces del gobierno de izquierdas imposible, a los que ofrecía sumarse al «cambio» que representan PSOE y Ciudadanos.

«Pongámoslo en marcha ya» , insistía tanto a Joan Baldoví como a Alberto Garzón (IU), al que aplaudieron mucho los 69 diputados de Podemos al oírle que «no es cierto» que los 130 diputados de PSOE y Ciudadanos sean más que los 161 que sumarían PSOE, Podemos, Compromis e IU.

Hernando: «Sí o no»

En el PSOE ya se constató el convencimiento de que desde ayer las elecciones están más cerca porque la izquierda de Podemos no se avendrá al pacto.

No obstante, en su intervención, el portavoz del Grupo Socialista, Antonio Hernando, hizo un llamamiento para que se eviten unas nuevas elecciones [presumiblemente el 26 de junio] porque hay millones de españoles que no lo entenderían. Y añadió: los «dos males» que aquejan hoy a la vida política son el «inmovilismo» del PP y el «adanismo» de Podemos .

Pidió a Iglesias, sin nombrarle, que renuncie al papel de «Adán de las Cortes» . Y lanzó una defensa de Felipe González frente a los ataques que había recibido del líder de Podemos por la mañana. «Hace ocho meses, el PSOE facilitó el cambio en los ayuntamientos, mientras que algunos lo retrasan en España votando con el PP» . Se trata de hacer presidente a un socialista o dejar a Rajoy, recalcó, y ahí «nos vamos a retratar todos», concluyó Hernando poco antes de la fallida primera votación.

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