Prisiones acerca aún más al exjefe de ETA «Kantauri» y autoriza los traslados de otros cinco presos
Entre los beneficiados se encuentra el sanguinario «Mobutu»
Los etarras «Kantauri» y «Mobutu» acumulan penas de cientos de años de cárcel por asesinatos como los de Fernando Múgica o el guardia civil Avelino Palma Brioa. Ninguno de los dos ha dado signos de arrepentimiento por sus crímenes , y a pesar de ello, han visto cumplidas sus exigencias de traslado a cárceles próximas al País Vasco. Al igual que ellos, otros cuatro presos de la banda serán acercados, lo que eleva la cifra total hasta los 119 desde que Pedro Sánchez es presidente del Gobierno, según los datos de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).
El caso del exjefe de ETA José Javier Arizcuren Ruiz, alias «Kantauri», es particular, dado que hace menos de un mes ya se accedió a acercarlo de la cárcel de Murcia II a la de Logroño. Finalmente, Instituciones Penitenciarias ha dado luz verde a su traslado a la prisión de Pamplona . Este individuo fue el que ordenó los asesinatos del dirigente socialista Fernando Múgica y del popular Alberto Jiménez-Becerril y su esposa, Ascensión García Ortiz. Asimismo, participó en el secuestro de Cosme Delcraux y en los atentados que acabaron la vida de policías como el que fuera subcomisario de la Policía Nacional Pedro Ortiz de Urbina, que ya se encontraba retirado; y los agentes Antonio Ligero Hec y Rafael Mucientes Sanz.
También es sangriento es el «currículum» de Félix Alberto López de la Calle «Mobutu» , quien será trasladado de la prisión coruñesa de Teixeiro a la de Asturias. Este etarra fue condenado por los asesinatos de los guardias civiles Avelino Palma Brioa, Ángel Prado Mella y José Luis Vázquez Platas.
En el miso «lote» de acercamientos comunicado este viernes se encuentran Mánex Zubiaga Bravo (de Valencia a Burgos), quien participó en varios atentados con coches bomba en Madrid; Gotzon Aramburu Sudupe (de Alicante a Palencia), asesino del guardia civil Antonio Molina Martín; Luis Mariñelarena Garciandia (de La Coruña a Palencia), que participó en el atentado contra Fernando Buesa y su escoleta Jorge Diez Elorza; y Juan Manuel Inciarte Gallardo (de Salamanca a Cantabria), quien acabó con la vida de los policías Julio Segarra Blanco y Pedro Barquero y la mujer de este último, María Dolores Ledo García.
Acercamientos «masivos»
En total, la AVT ha contabilizado 133 traslados correspondientes a 119 etarras desde que Pedro Sánchez está en La Moncloa. 40 de ellos arrastran delitos de sangre. «Reiteramos nuestra petición de que el Ministerio del Interior o alguien de este Gobierno nos dé una explicación de lo que está sucediendo», exige la asociación que preside Maite Araluce, que cataloga de «inmoral y absolutamente fuera de la ética y la decencia» la «campaña de derogación de la política de dispersión» que bajo su punto de vista está llevando a cabo el Ejecutivo.
Los acercamientos, insisten desde la AVT, se están produciendo de forma «masiva», algo que el Gobierno de Sánchez prometió no hacer en la reunión que mantuvo con las víctimas en septiembre de 2018. «Nos dijo que serían “puntuales, sin delitos de sangre y con la mayor parte de condena cumplida”», apuntan.
«Mucho se jacta el ministro Marlaska de que ETA ya no existe, pero lo cierto es que todas las semanas tenemos noticias de la banda terrorista», añade la AVT, que recuerda que esta misma semana trascendió que Josu Tenera «se ha movido por Europa con un pasaporte diplomático». «Una nueva humillación para sus víctimas, que siguen esperando su entrega desde Francia», sentencia.
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