Caso Nóos

La presidenta del tribunal de Nóos reprende a un perito por quejarse

El experto había dicho, creyendo que nadie le oía, que acudir a la vista oral había sido «una pérdida de tiempo»

El fiscal Pedro Horrach EFE
Josep María Aguiló

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El juicio del caso Nóos ha proseguido este jueves con la comparecencia de un nuevo perito. La sesión ha empezado con cuarenta minutos de retraso por problemas de conexión con la videoconferencia prevista desde Valencia. Una vez solucionada dicha circunstancia, ha podido declarar el catedrático universitario y perito Rafael Fernández Guerrero , que ha contado desde Palma con el apoyo presencial de un perito de la Agencia Tributaria de Baleares.

El perito de apoyo, que ya estuvo presente en la sesión de ayer , apenas ha intervenido en la jornada de hoy, tan solo para corroborar que revisó determinados documentos. Cuando se estaba retirando ya de la Sala, este técnico ha dicho, en voz muy baja, que su asistencia había sido «una pérdida de tiempo» . La mayoría de asistentes no se han dado cuenta de ese comentario, excepto la presidenta del tribunal, Samantha Romero, que sí lo ha escuchado. «Le he oído», ha dicho, y le ha recriminado al perito que hubiera hecho una valoración como ésta en el transcurso de una vista oral. «Si volviera a alguna otra sesión, absténgase de hacer un comentario como éste» , le ha advertido la presidenta del tribunal.

Romero también ha reprendido este jueves al abogado de la acusación civil, que ha cuestionado una afirmación hecha por la magistrada. La presidenta del tribunal ha criticado al letrado por su tono «impertinente» y le ha recordado que podría aplicarle algún tipo de medida disciplinaria en caso de que siguiera manteniendo ese tono.

Por lo que se refiere a la declaración del catedrático Fernández Guerrero , este perito ha explicado que hace tres años se puso en contacto con él el abogado del empresario Miguel Zorío, creador de Lobby Comunicación . Dicha empresa colaboró en diversas ocasiones con el Instituto Nóos. El perito ha explicado que el letrado de Zorío le pidió que hiciera un informe sobre las cuentas de Lobby Comunicación en 2007, 2008 y 2009 , para ver si hubo alguna actuación irregular en relación a las facturas vinculadas con Nóos. La conclusión del informe fue que no hubo « nada irregular ».

Una de las iniciativas en que Lobby Comunicación colaboró con Nóos fue en el proyecto para conseguir que Valencia fuera la sede de los Juegos Europeos de 2010, que finalmente no llegaron a celebrarse. Fernández Guerrero ha reconocido que el importe de algunas facturas presentadas por Lobby Comunicación era elevado , pero ha añadido que «si hay un mercado que está dispuesto a pagar más, sería tonto no cobrar más».

En esa misma línea, también ha elogiado la capacidad empresarial de Zorío y ha añadido que Lobby Comunicación es « una empresa muy potente y reconocida y eso le permite facturar alto ». Asimismo, Fernández Guerrero ha señalado que los trabajos de asesoría que se realizan en el ámbito del deporte internacional suelen estar muy bien remunerados, por ejemplo por lo que respecta a los proyectos de candidaturas olímpicas, en donde se invierten « decenas de millones de euros ».

El perito ha puesto como uno de los ejemplos de esos grandes desembolsos el coste de la candidatura olímpica de Madrid 2020 , que ha dicho que fue presentada «en un extraño inglés». Ese comentario era una velada alusión al discurso que en septiembre de 2013 hizo en Buenos Aires la entonces alcaldesa de Madrid, Ana Botella.

A preguntas del fiscal Anticorrupción, Pedro Horrach , el perito ha reconocido que no vio físicamente los estudios que habría hecho Lobby de Comunicación para Nóos, sino sólo la documentación contable vinculada a las citadas facturas. A lo largo de su explicación, ha habido varios momentos de tensión entre el perito y el fiscal.

Los instantes de tirantez se han reproducido cuando el abogado de Diego Torres, Manuel González Peeters, ha formulado también preguntas a Fernández Guerrero. Por razones, al parecer, de carácter técnico, se solapaban las preguntas del letrado con las afirmaciones del perito, lo que hacía imposible que ambos se pudieran entender. «Y dale» o «¿qué, puedo preguntarle?», han sido algunos de los comentarios hechos, con cierta irritación, por González Peeters.

Casi al final de la comparecencia de Fernández Guerrero, el abogado de Torres le ha pedido si los datos que aparecían en su currículum eran ciertos. El perito ha sonreído y ha señalado que no había ninguna duda de que todos los datos eran correctos. « Es que aquí se ha escuchado de todo, por eso le pregunto », ha zanjado González Peeters.

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