El PP prevé un techo electoral del 30 por ciento para los nuevos comicios
Los populares se disputarán con Ciudadanos un millón de abstencionistas moderados del 20-D
En el Congreso todavía hay diputados que apuestan fuerte a que habrá un Gobierno de izquierdas, del PSOE y Podemos , antes de que expire el plazo y se convoquen elecciones de nuevo. Pero cada vez son menos. La opinión general es que el Rey convocará a las urnas el 2 de mayo , después de constatar los días 25 y 26 de abril que no hay ningún acuerdo para investir un presidente del Gobierno . Y los partidos ya trabajan en esa hipótesis. El PP sigue siendo el ganador en todas las encuestas , pero en Moncloa y en Génova tienen asumido que, por muy bueno que sea su resultado el 26 de junio, les será muy difícil superar el 30 por ciento de los votos . No descartan que se repita un escenario parecido al actual, que obligará otra vez a buscar grandes pactos.
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En las elecciones del 20 de diciembre , el PP se quedó en el 28,7 por ciento de los votos, con 123 escaños. Según GAD3, en enero subió en estimación de voto hasta el 30,1 por ciento, que significaría 131 escaños. Luego ha tenido altibajos, siempre por debajo del 30 por ciento, hasta encontrarse ahora mismo en un 29,2 por ciento, con 127 diputados, según la encuesta de GAD3 que publicó ABC el lunes .
«Subir décimas, no puntos»
En el entorno del presidente Rajoy se admite que están «pensando en subidas de décimas, no de puntos» , ante unas nuevas elecciones. Todo lo que sea arañar votos y mejorar algo el 28,7 por ciento del 20-D lo verán positivo, pero su estrategia electoral no estará basada en dar un triple salto mortal y ganar en pocos meses cuatro o cinco puntos, sino, siendo realistas, en mantener lo conseguido e intentar mejorarlo ligeramente .
El principal temor que existe en Moncloa, desde el punto de vista electoral, es que el 26 de junio sorprenda al PP en un punto bajo de la montaña rusa en la que parece instalado el partido . Casos de corrupción como el más reciente de Granada suponen un bajón en la moral de los populares, que vieron cómo el escándalo de Valencia ya les llevó a su momento más negativo en las encuestas en estos meses, por debajo del 28 por ciento. La corrupción sigue lastrando a este partido , que ve con impotencia cómo el mensaje de «seriedad» que ha querido transmitir en el «teatrillo» de las negociaciones para formar Gobierno se disuelve rápidamente en cuanto sale a la luz un nuevo caso de posible enriquecimiento ilícito.
El presidente de GAD3, Narciso Michavila , sostiene que una clave de las próximas elecciones será quién mantiene más fidelidad de voto, pero también quién es capaz de captar al abstencionista del 20 de diciembre , que lo hubo y está muy localizado. En concreto, se sabe que existe un votante moderado que en las encuestas previas al 20-D decía que iba a votar a Ciudadanos y finalmente se quedó en casa ese domingo, mientras que el abstencionista tradicional, más de izquierdas, acudió en masa a las urnas.
Esos votantes moderados que al final no se decidieron por ningún partido serían aproximadamente un millón: cuatro puntos porcentuales del voto. Ahí estará localizado el principal caladero en el que intentarán pescar tanto el PP como Ciudadanos.
Censo parecido
El censo va a ser muy parecido al del 20-D , y el factor de «voto joven» apenas variará el resultado, porque ya se manifestó entonces. En este contexto, el PP se presenta con una alta fidelidad de voto, porque «no tiene fronteras ideológicas» , según Michavila. Los más de siete millones de votos que sumó en diciembre son «su núcleo duro, un voto muy fiel». Apenas perdería votos entre los que ya tenía, pero su problema es que «no tiene mucho espacio por donde subir».
Deberá mirar, por tanto, a esos abstencionistas del 20-D , pero también a los votantes de Ciudadanos . Se está viendo un flujo de votos de uno a otro partido, algo que puede ser decisivo en las elecciones, aunque de momento está siendo un movimiento de doble sentido «equilibrado». En las últimas semanas, el PP se está manteniendo estable en torno al 29 por ciento, un resultado que le dejaría por debajo de los 130 diputados.
En GAD3 se ha observado además un trasvase de votos resaltable desde Podemos a Izquierda Unida , pero también al PSOE, que está recuperando parte del terreno perdido, y al que le vino bien la iniciativa política que tomó Sánchez al liderar las negociaciones antes de su investidura fallida. El PSOE estaría ahora mismo algo más fuerte que el 20-D, una tendencia que se está manteniendo.
Según se observa en las encuestas, la participación en una nuevas elecciones bajará de forma considerable respecto al 20 de diciembre. Existe, sobre todo, una menor predisposición a votar en la izquierda del PSOE, es decir, sobre todo entre los votantes de Podemos, según GAD3. De ahí la caída que registra este partido en la última encuesta (5,2 puntos menos que el 20-D, con una pérdida de 23 escaños).
El voto útil se mueve
El «voto útil» de Podemos ya no existe , ya que muchos de sus electores han visto cómo, en realidad, el apoyo que dieron al partido de Pablo Iglesias no ha servido para nada. Y por eso vuelven a Izquierda Unida.
La convocatoria de otros comicios forzará, además, a los partidos emergentes a cambiar uno de los principales mensajes que ofrecieron en diciembre: «Lo nuevo frente a lo viejo» . Ese mensaje, de hecho, ya es viejo , porque en los seis meses que transcurran de unas elecciones a otras todos son «veteranos» ya. Los partidos se centrarán ahora en apuntar al «culpable» de que no haya un acuerdo y se obligue a los españoles a volver a las urnas.