Policías con «Táser» para inmovilizar a los violentos
La Policía Nacional incorpora por primera vez 300 «pistolas eléctricas» a su dotación de Seguridad Ciudadana que tendrán que grabar la actuación e informar al juez
Era una vieja reivindicación de los sindicatos policiales que ahora se ha materializado. La Policía Nacional ha incorporado los dispositivos electrónicos de control - conocidos como «pistolas eléctricas» o Táser, su nombre comercial- dentro del armamento de uso policial. Se han adquirido este año 300 unidades -a las que se sumarán otras 700-, repartidas en distintas unidades y servicios, sobre todo uniformados. Su uso, eminentemente disuasorio, estará restringido a aquellos agentes que hayan superado la formación necesaria.
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Para contar con estas pistolas como dotación, la Policía ha elaborado un protocolo que regula su uso solo para «reducir, inmovilizar o detener» a personas que muestren una resistencia activa, que tengan una actitud violenta o que amenacen con armas blancas y objetos peligrosos a los agentes o a terceras personas, o bien que intenten suicidarse. Se habla de «situaciones de extrema y urgente necesidad« y se prohíbe que se utilicen con niños, mujeres embarazadas, personas de edad avanzada y «personas débiles de salud».
Grabar las actuaciones
En las cárceles solo se podrán emplear en caso de motines o toma de rehenes, no se deben usar en manifestaciones, ni cerca de sustancias inflamables o si el objetivo está en un lugar desde el que pueda caer al vacío. Las actuaciones, además, quedarán registradas por si es preciso hacer una auditoría y a aquellos contra quienes se usen se les debe «garantizar la asistencia médica», dado que con la descarga se pierde la capacidad motora.
La pistola, con un uso eminentemente disuasorio, transmite impulsos eléctricos que afectan al funcionamiento de las capacidades motoras del organismo, enviando "impulsos eléctricos de alto voltaje, bajo amperaje y corta duración que interfieren en las señales que envía el cerebro a los músculos, de manera que incapacita temporalmente el sistema nervioso sensorial y motor", según se recoge en el protocolo al que ha tenido acceso ABC.
Informar al juez
El documento que regula el manejo fija además que se debe informar al juez tras la intervención y «siempre que sea posible» grabar la actuación y las imágenes de las zonas donde se ha producido la descarga. Se especifica también que «el uso de la fuerza es el último recurso y los agentes se deben ajustar a los principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad» y antes de recurrir a la «táser» los agentes deben haber agotado todas las vías de diálogo y mediación.
Un ejemplo en el que una Táser hubiera salvado la situación. El individuo que con dos katanas trató de atacar a varios policías en Madrid hace unos meses. Ante su resistencia tuvieron que atropellarlo con un coche. Una pistola eléctrica habría resuelto esa papeleta en unos minutos.
Los dispositivos se encuentran regulados en el Reglamento de Armas como arma de uso policial cuya utilización estará reservada, previa dotación, al personal habilitado de la Policía Nacional. Antes de distribuir las pistolas los agentes recibirán una formación teórica y práctica específica que se llevará a cabo en la Escuela Nacional de Policía. Se trata de 66 agentes, que se encargarán a su vez de impartir los conocimientos sobre el manejo de los dispositivos electrónicos de control en las diferentes plantillas policiales.
Los dispositivos electrónicos de control incorporan varios elementos tecnológicos que permiten la trazabilidad y control posterior de su uso, como son un registro interno de actividad y un número de serie único y una codificación para cada uno de los dispositivos y los cartuchos. Se dispondrá de un sistema de registro que permita identificar al personal policial que ha tenido acceso a cada uno de los dispositivos y las circunstancias en que se han usado.
15.384 porras extensibles
Además de las Táser, la Dirección General de la Policía ha adquirido 15.384 bastones policiales extensibles para ser incorporados como material de dotación a los agentes de la Policía Nacional habilitados. Se trata de un elemento coercitivo discreto, de cómoda portabilidad, que produce un eficaz efecto disuasorio al ser desplegado por inercia, debido al ruido generado por los diferentes tramos al encastrarse entre sí. Gracias a su gran versatilidad, es válido como instrumento de rescate y liberación, al contar con la dureza estructural suficiente como para ser utilizado como palanca.
El bastón policial extensible autoblocante es un arma de uso policial y su utilización estará reservada a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, previa dotación y habilitación tras recibir una formación específica sobre su manipulación, mantenimiento y uso correcto.