Podemos hizo un favor a Rajoy

Pablo Iglesias decidió hace meses que Podemos celebraría su Asamblea Ciudadana el mismo fin de semana de febrero previsto para el Congreso Nacional del PP para así «comparar dos proyectos de país completamente distintos». Su contraprogramación, acompañada de una lucha interna feroz, le ha salido como un tiro por la culata; los populares no disimulan su satisfacción por la coincidencia forzada que a todas luces beneficia a Mariano Rajoy.

El cónclave de Podemos se ha convertido en una lucha de poder entre Pablo Iglesias e Iñigo Errejón , sin debate ideológico ni propuestas para el hipotético caso en el que ese partido tuviera la oportunidad de gobernar. Las noticias del fin de semana que viene estarán centradas en esa pelea de gallos, con imágenes opuestas a las de un Congreso del PP tranquilo en el que el partido del Gobierno reforzará su imagen de unidad.

Hasta en el PSOE respiran de satisfacción y bromean con el comentario de que Susana Díaz está pensando ponerle un piso a Pablo Iglesias. La intención de este cuando contraprogramó al PP no fue tanto la de mostrar su diferencia ideológica, sino la de lograr que se visualice a Podemos como su única alternativa. Una oportunidad perdida que se viene fraguando con las luchas personales en las que está inmersa esta formación desde hace semanas, lo que le está impidiendo apropiarse del voto perdido por los socialistas inmersos en su propia crisis.

Los populares, mientras tanto, ultiman los detalles de su Congreso que se presenta sin una nube. Y no por ganas de quienes han querido librar batallitas internas o señalarse como más modernos que los demás, que nunca faltan voluntarios para estos menesteres en cualquier partido. A falta de debate ideológico, que no lo hay , se ha resuelto de buenas maneras la iniciativa del PP madrileño de Cristina Cifuentes para aprobar la celebración de primarias, que tampoco habrá.

Todavía hay dirigentes populares que juegan con la idea de que se plantee la despedida de María Dolores de Cospedal como secretaria general, como si desconocieran que esta es una decisión a tomar por Mariano Rajoy y que no existe el menor indicio de que este haya pensado en el relevo de su número dos. Aparte de que lo que desee para el próximo fin de semana sea contraponerse a Podemos y demostrar, con una contundente imagen de unidad entre lo suyos, que por mucho que Pablo Iglesias lo intente, el presidente del Gobierno no tiene alternativa.