El pleno antimonárquico aviva la tensiones entre ERC y JpC
Torra exige a los letrados que publiquen todas las resoluciones y Aragonés no lo ve imprescindible
El Parlament declaró el viernes que Cataluña «no reconoce ni quiere tener ningún rey», calificó la Monarquía de «delincuente» y «calamidad histórica» y, acto seguido, volvió a la mismas andadas de siempre. A saber: el enésimo tira y afloja entre la política de la gesticulación y el imperio de la ley que acabó con el portavoz de Junts Per Catalunya, Albert Batet, amenazando con «expedientes» y «medidas oportunas» para los funcionarios de la cámara catalana y con un airado Quim Torra exigiendo a través de Twitter que todas las resoluciones antimonárquicas fuesen publicada en el Boletín Oficial del Parlament , algo que los letrados de la cámara ya habían advertido de que no tenían intención alguna de hacer.
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«El pleno del Parlament es soberano. Ningún funcionario puede decidir si se publica o no una resolución votada por el pleno. Vaya, hasta aquí podíamos llegar», escribió Torra después de que su socio de partido Batet pidiese tomar «las medidas oportunas» si algún funcionario «no publica lo que se vota de forma soberana en el Parlament». El problema , una vez más, estaba precisamente en lo que se había votado: una resolución presentada por los tres grupos independentistas que, entre otras cosas, declaraba que «Cataluña es republicana» y que, según advirtieron los letrados del Parlament, podían contravenir las resoluciones del TC
Contra el TC
Tanto es así que, a puerta cerrada, el letrado mayor, Joan Ridao , ya dijo antes de la votación que los puntos que pudiesen chocar con anteriores advertencias del TC no serían publicados en el Boletín Oficial del Parlament. Y, a día de ayer, así seguían: aprobadas en pleno pero sin publicar. Un nuevo sainete de efectos también conocidos, ya que lo que tenía que acabar como el gran gesto estival del independentismo no hizo más que avivar la tensiones entre JpC y ERC. En el centro de la diana, el presidente del Parlament, Roger Torrent, a quien Junts Per Catalunya sigue sin perdonar que frenase la investidura de Puigdemont, y el propio Ridao, en su día secretario general de ERC.
«El Parlament no puede desarrollar su tarea fundamental de legislar, controlar el gobierno y hacer un debate político si hay limitaciones previas, condicionantes y prejuicios», dijo ayer el diputado neoconvergente Lluís Guinó , quien considera que Torrent que debería obligar a los servicios de la cámara a publicar oficialmente las resoluciones aprobadas. «No se puede limitar la libertad de expresión y de pensamiento», añadió.
El viernes, después de que Torrent apuntase que los letrados mantendrían su postura de no publicar aquellos puntos de legalidad dudosa, el grupo de Junts Per Catalunya ya se quedó solo y, como se encargó de recordar Batet , fue el único grupo parlamentario que se opuso. «Es gravísimo que no se publiquen las cosas que se aprueban en el Parlament por decisión unilateral de los letrados», insistió Batet. Un lamento que no encontró complicidad en las filas de ERC. Al contrario: a las pocas horas, y después de que el diputado de ERC José Rodríguez afease las «presiones y amenazas» a los funcionarios desde el hemiciclo, el vicepresidente de la Generalitat y coordinador nacional de ERC, Pere Aragonès , defendió abiertamente que la efectividad real de lo votado no es tan relevante como la votación en sí. «Pese a las amenazas del TC sobre funcionarios, letrados y diputados del Parlament, ayer se votó que Cataluña se considera republicana y quiere avanzar hacia la independencia», destacó Aragonés. Así, para el líder republicano «lo relevante es lo que se vota y se discute» en el Parlament, ya que, dijo, el Tribunal Constitucional «no cambiará la posición republicana» de la mayoría de la cámara catalana.
República catalana
De ahí que, añadió, más allá de si se acaba publicando el «total o una parte» de las resoluciones, según Aragonès, eso «no quita valor al posicionamiento político que adoptó el Parlament».
Siempre pragmático, Aragonès avanzó que si el TC pone impedimentos a las resoluciones aprobadas será «una razón más para avanzar hacia la república catalana» y celebró que el Parlamento catalán ha sido «el único» en todo el Estado que «ante la crisis más grave de la monarquía española» se ha «posicionado muy claramente».