Los Pactos de La Moncloa encallan antes de arrancar
El Gobierno se ha subido a este tren para intentar despojarse de las críticas a su gestión unilateral en la respuesta a la crisis
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La propuesta de unos nuevos Pactos de La Moncloa amenaza con descarrilar sin siquiera haber comenzado a rodar. El Gobierno se ha subido a este tren para intentar despojarse de las críticas a su gestión unilateral en la respuesta a la crisis. Pero por el momento, no deja de ser poco más que un ejercicio retórico. En el ámbito político, los concernidos por este llamamiento se cuentan con los dedos de una mano.
Ayer, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos , reconoció que todavía «no hay una oferta concreta de pacto». El también secretario de Organización del PSOE vino a constatar que por el momento no existe en un gran consenso respecto a esta propuesta . Recordó que hasta la fecha solo Unidas Podemos, como partido de la coalición, y Ciudadanos han mostrado una buena voluntad a este tipo de entendimiento. Y frente al rechazo rotundo de Vox, Ábalos se refirió a la «actitud a medias del Partido Popular».
El ministro cuestionó esta posición del PP y apeló a la «coherencia» de Pablo Casado por sus habituales llamamientos a los pactos de Estado. «No entendemos, es muy difícil de entenderlo», dijo Ábalos al respecto. «No es en beneficio del Gobierno, no es beneficio de partido político alguno, es en beneficio de todo el país, del interés general. Lo tienen que entender», volvió a reclamar.
Recelo en el PP
La primera reacción del PP al escuchar, en boca de Sánchez, hablar de unos nuevos Pactos de La Moncloa fue ponerse en guardia. El presidente del Gobierno ha ignorado por completo a Casado durante toda esta crisis , solo le ha llamado para anunciarle su intención de prorrogar el estado de alarma, pero ni ha contado con él para los decretos económicos ni le ha informado de sus medidas. En esta situación, el recelo en Génova respecto a los planes de Sánchez es máximo.
Los populares lo ven como un «señuelo» para eludir responsabilidades , y sospechan que puede haber un intento de «cambio de régimen encubierto» impulsado por Podemos. De hecho, los pactos auténticos significaron eso, el salto a otro régimen político, el de la plena democracia.
Ayer, Casado destacó en las redes sociales que el PP está centrado «en lo urgente y lo importante» . «Los globos sonda y las cortinas de humo se las dejamos a los de siempre. Derrotaremos esta pandemia con eficacia y responsabilidad, no con propaganda y mentiras», subrayó.
Pero esta cuestión no solo arroja dudas en la derecha. ERC, socio fundamental en la investidura y en el escenario de legislatura que se dibujaba antes de esta crisis observa cómo el nuevo tiempo aparca el panorama previo. Ya el lunes Ábalos alejó la posibilidad de que las posiciones independentistas tuviesen cabida y ayer, reiteró esa idea al repetir que existen unos mínimos en los que se debe coincidir para poder buscar un acuerdo. Apuntó que «la conciencia de país» y «compartir el criterio de unidad territorial» es fundamental porque se trata de un proyecto para una «reconstrucción nacional».
Esta retórica del Gobierno no gusta nada en ERC . Esquerra reiteró ayer su negativa a sumarse a unos nuevos Pactos de La Moncloa», confirmando así su giro respecto al domingo, cuando el líder de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, se mostró ampliamente dispuesto a «escuchar» y ayudar al Ejecutivo en la respuesta a la crisis sanitaria.
En un contundente comunicado, los republicanos lanzaron un mensaje a Sánchez: que no cuente con ellos para «blanquear» lo que consideran un Estado basado en un «régimen político fallido» con la excusa de la pandemia de coronavirus. «ERC no participará de esto», dijeron. Rotundos y algo agrios, aseveraron que su única receta pasaba por la independencia y el estado propio para Cataluña.
Por otra parte, los republicanos acusaron al PSOE y a Unidas Podemos de proponer las soluciones «de las derechas» cargando el peso de la crisis en «los de siempre». Así, los de Oriol Junqueras han pasado, en tres días, de mostrarse dispuestos a aprobar los Presupuestos Generales del Estado a prometer que no caerán en el «error» de pactar con Sánchez y, de ese modo, «apuntalar» el Estado.
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