Nueve de cada diez españoles ven un reparto partidista en el CGPJ
Los ciudadanos que quieren que los jueces elijan a sus vocales cuadruplican a los que apoyan el modelo actual
En pleno debate sobre el sistema de elección de los veinte vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del cambio de modelo que piden los jueces para designar a los doce que son togados, vaya por delante el patente desconocimiento de la ciudadanía del órgano de gobierno de los jueces y de las funciones que desarrolla, como ponen de manifiesto las encuestas que sobre este particular se realizan periódicamente por el CIS o por instituciones u órganos como el propio Consejo para tantear la valoración que del Poder Judicial se tiene en la calle.
Esta acotación es importante porque es precisamente el desconocimiento por parte de la población el que permite al político moverse con soltura por el campo de la demagogia sin importar que hace años se defendiera un modelo de elección y hoy se pida lo contrario. Sin ir más lejos, el 11 de diciembre de 2014 el hoy presidente del Gobierno , Pedro Sánchez , publicaba el siguiente tuit: «Hay que despolitizar el CGPJ . Que los partidos dejen de proponer candidatos». Y, en el lado contrario, el PP no aplicó el modelo que ahora defiende cuando estaba gobernando Mariano Rajoy y disponía de mayoría suficiente para hacerlo.
Pero centrémonos en la encuesta del CIS de julio de 2019 , con Sánchez casi recién llegado a Moncloa y con el actual CGPJ en funciones desde hacía siete meses (diciembre de 2018). Entre los ciudadanos que sabían qué es el CGPJ y cómo funciona, la opción preferida era ya el sistema mixto: que una parte lo elijan los jueces y otra las Cortes (casi 27%), que es precisamente lo que que piden tres de las cuatro asociaciones judiciales, la mayoría de los profesionales de la Justicia, PP, Ciudadanos y Vox y, sobre todo, la UE .
La segunda opción preferida es todavía más favorable a la carrera judicial: un 22,,5 por ciento piensa que todo el CGPJ lo deberían elegir sólo los jueces, una opción inviable con la actual Constitución , que residencia la elección de los ocho vocales juristas en el Parlamento. La suma de las dos opciones citadas lleva a concluir que casi el 50 por ciento de los españoles que saben cómo se elige el CGPJ quieren que los jueces participen totalmente o al menos a la mitad de esa elección.
Pero hay más fórmulas que tampoco dejan en buen lugar el empeño del Gobierno en seguir manteniendo el sistema actual (los veinte vocales nombrados de forma íntegra por el Parlamento) frente a las recomendaciones de Europa . La tercera preferida es el modelo anglosajón: la elección directa por parte de los ciudadanos, aunque apenas supera el 14%. La cuarta opción es la actual (los veinte vocales elegidos por el Parlamento), defendida por apenas un 12 por ciento de los encuestados. La conclusión es que los ciudadanos que darían mayor protagonismo a los jueces cuadruplican a los que apoyan el modelo actual.
Pero esa encuesta del CIS resulta esclarecedora en otro punto, que es la confianza del ciudadano en el Gobierno, en el Parlamento o en los jueces. De quien más se fían los españoles es de los jueces (31,2%), seguidos del Parlamento (16,5%) y después del Gobierno (11,9%). Un 9,7 por ciento contestaron que confían en todos por igual, un 22 por ciento expresaron dudas y no contestaron el 8,6 por ciento.
La intervención de los políticos en el sistema de elección del Consejo General del Poder Judicial se traduce en la percepción de un reparto partidista del órgano, pactado durante décadas por populares y socialistas. Un estudio de Metroscopia de mayo de este año revela que lo ven de esta forma nueve de cada diez españoles.
Así, a la pregunta de si creen que las dificultades en la renovación del CGPJ se deben a que los partidos tienen «más interés en nombrar a personas ideológicamente cercanas frente a las más preparadas», un 87 por ciento de los encuestados responden afirmativamente frente al 11% que dicen que no.
Sobre la forma de actuar del Consejo, la valoración de los encuestados ya es más positiva. Un 56 por ciento responden que «en líneas generales» la forma en la que actúa el órgano encargado de nombrar a la cúpula judicial les parece buena, frente a un 31 por ciento a los que les parece mala. El resto no lo saben o no contestan.
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