Nueva campaña de desprestigio contra España del Govern

Si la Generalitat fantasea con armar un servicio exterior como si de un país independiente se tratara, ahora ya presume de tener su primer conflicto diplomático . Con gran prosopopeya, el gobierno de Quim Torra anunció ayer una serie de acciones a escala internacional para denunciar lo que definen como «espionaje político» por parte del Ministerio de Exteriores sobre parte de la red de «embajadas» catalanas.

La reacción del Govern surgió tras trascender ayer informaciones acerca del seguimiento hecho desde las embajadas españolas de las actividades que realizan las delegaciones en el extranjero de la Generalitat . Dichos documentos, publicados por «eldiario.es», estarían incorporados a la documentación aportada por la Abogacía del Estado ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña dentro de la causa abierta precisamente para pedir el cierre de las «embajadas» catalanas, a las que se acusa de trabajar en contra de los intereses de España. Entre la documentación aportada habría informes sobre mensajes del Govern a sus delegados, junto con otros de las actividades públicas de las delegaciones.«Se han pasado de frenada», afirmó ayer indignado desde el Parlament el presidente catalán, Quim Torra, tras pedir la dimisión del ministro de Exteriores en funciones, Josep Borrell , y antes de reunirse de urgencia con la cúpula de su ejecutivo para consensuar un nuevo envite al Estado.

Tras el pleno que tuvo lugar ayer en la cámara catalana, Torra se citó con su vicepresidente Pere Aragonès, con la consejera de la Presidencia y portavoz, Meritxell Budó, y con el consejero de Acción Exterior, Alfred Bosch, para diseñar una respuesta ante este supuesto caso de «espionaje». El nuevo envite al Estado pasaría por dirigir una «carta» a las cancillerías europeas e internacionales exponiendo su preocupación por el caso . «El espionaje político, la persecución de las opiniones y las ideologías no deberían tener lugar en una democracia europea. Este caso es un paso más en la deriva represiva del Estado español y un nuevo ejemplo de las formas autoritarias de un ministro que ahora quiere ser el máximo responsable de la diplomacia y la seguridad común europeas», afirmó la Generalitat en una nota. Según apuntaron desde el gobierno catalán, la carta irá firmada por el propio Quim Torra y por su consejero de Acción Exterior.

En paralelo, y dentro del proceso judicial abierto para cerrar las delegacones, la Generalitat anunció también que «se ha acordado presentar las alegaciones pertinentes contra la petición de medidas cautelares que ha hecho el Estado español con el objetivo de detener la actividad de las delegaciones de la Generalitat en Berlín, Ginebra y Londres».