Nueva autopsia (sobre papel) de Diana Quer para despejar las dudas abiertas
La Audiencia de La Coruña ordena la revisión al forense de Asunta, jefe de servicio
El jefe de Patología Forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), el prestigioso médico José Blanco Pampín, empezará en las próximas horas a revisar la autopsia de Diana Quer , la joven madrileña cuyo cadáver fue encontrado en el pozo de una nave de Rianxo dieciséis meses después de su desaparición, el 31 de diciembre del año pasado. Según ha podido saber ABC, ya está todo previsto para que comience el nuevo examen, tal y como ordenó a finales de julio la Audiencia de La Coruña mediante un auto en el que acordaba que se pusiera toda la documentación necesaria a disposición del forense.
Noticias relacionadas
La revisión -un informe de ampliación y supervisión del inicial- se basará en las fotografías y pruebas obrantes en la causa y está encaminada a despejar los numerosos interrogantes que siguen abiertos. Tanto la Fiscalía como los padres de la víctima solicitaron al juez instructor que interviniera Blanco Pampín. El Instituto Nacional de Toxicología no pudo ir más allá de las conclusiones de los tres forenses gallegos que analizaron los restos mortales de Diana inicialmente. Estos determinaron que la joven presentaba «signos compatibles con estrangulación por lo que el origen médico legal más probable de la muerte es el homicida». José Enrique Abuín, «el Chicle», acusado de la muerte de Diana aseguró que la atropelló de forma accidental, una versión que carece de evidencias forenses.
Sin avances en Madrid
Tras ese informe preliminar se enviaron muestras biológicas del cuerpo de la víctima para investigar una posible agresión sexual, así como una brida de plástico en busca de ADN y otras muestras para el estudio toxicológico. El Instituto Nacional de Toxicología tampoco pudo poner más luz.
Ante esas incógnitas y algunas imprecisiones, la Fiscalía y la acusación particular ejercida por Ricardo Pérez Lama en nombre de Juan Carlos Quer y Diana López-Pinel, pidieron la intervención del doctor Blanco Pampín, el mismo que firmó la autopsia de la niña Asunta Basterra y sostuvo su dictamen ante el Tribunal, o se encargó del controvertido caso del tetrapléjico Ramón Sampedro.
A Pampín le habría correspondido examinar el cuerpo de Diana pero estaba de baja laboral cuando fue hallado el cadáver. Días después hizo unas declaraciones a «El Correo gallego» en las que se mostraba crítico con el traslado de los restos mortales a Verín, a la Unidad de Antropología Forense, y con algunas decisiones que se habían adoptado. Ante la petición de la Fiscalía y la acusación, el juez instructor de Ribeira Félix Isaac Alonso envió la solicitud al Imelga, pero esta fue rechazada por la directora del Instituto de Medicina Legal gallego, con sede en Santiago, quien adujo que esa posibilidad no se contemplaba en sus estatutos.
No obstante, se estaba pidiendo la intervención del jefe de servicio, quien en teoría puede revisar cualquier examen de sus subordinados, como era el caso. Después de esa respuesta negativa al juzgado, las partes decidieron recurrir a la Audiencia de La Coruña el pasado 11 de junio, que revocó la decisión del instructor a finales de julio y ordenó la revisión del dictamen forense , como se ha dicho. Además, ordenó la puesta a disposición de Pampín de toda la documentación.
Según las fuentes consultadas por ABC, el objetivo es mejorar el informe, ir más allá de las conclusiones establecidas. «No se puede cambiar la parte descriptiva pero sí se puede mejorar la parte deductiva», explicaron. «Hay puntos que deben ser objeto de ampliación».
El objetivo es aportar garantías al procedimiento judicial y proporcionar más elementos de juicio, primero al instructor y, sobre todo, al tribunal sentenciador. No obstante, Blanco Pampín ya alertó solo unos días después de hallarse el cuerpo sumergido de Diana de que era «imposible» determinar la existencia de una agresión sexual mediante el estudio de restos óseos.
Agresión sexual
Pampín, en la citada entrevista con «El Correo gallego», anticipaba lo que ha terminado ocurriendo: «Si el cadáver se encuentra en buen estado de conservación, la autopsia tendrá que saber responder a las cuestiones o interrogantes principales que necesita el juez para su calificación y enjuiciamiento, en especial a la causa y circunstancias de la muerte y en la posibilidad de una agresión sexual. Si no es así, entonces no habrá alcanzado sus objetivos y su papel se habrá reducido exclusivamente a descartar ciertas hipótesis».
Sin duda, si es posible ir más allá en cuanto a las causas de la muerte y al tipo de lesiones que José Enrique Abuín causó a la joven madrileña, la elección del jefe de Patología Forense es la acertada. A lo largo de sus 36 años de carrera profesional ha participado en casi diez mil autopsias y ha publicado más de 200 trabajos sobre Patología forense. En el ámbito internacional también tiene una experiencia dilatada.